PSIQUIATRÍA
Dejar de fumar se relaciona con una mejor salud mental
Universidad de Bath · 05 abril 2021
Una investigación de la Cochrane Library sugiere que los fumadores con problemas de salud mental que dejan el tabaco pueden notar los beneficios positivos en cuestión de semanas.
Una revisión Cochrane, dirigida por Gemma Taylor, del Grupo de Adicción y Salud Mental de la Universidad de Bath (Reino Unido), ha comprobado que la reducción de la ansiedad y la depresión entre los afectados que dejan de fumar es al menos tan grande como la de los que toman antidepresivos. También se constata que es poco probable que las relaciones sociales de las personas se resientan si dejan de fumar. La investigación sugiere que los fumadores que dejan el tabaco pueden notar los beneficios positivos en cuestión de semanas.
Aunque el tabaquismo es la principal causa mundial de enfermedades y muertes evitables, algunas personas siguen pensando que fumar reduce el estrés y otros síntomas de salud mental, y que dejar el tabaco podría agravar este tipo de problemas. A algunas personas que fuman también les preocupa que dejar de fumar pueda tener un impacto negativo en su vida social y sus amistades.
La revisión Cochrane, que resume las evidencias de 102 estudios observacionales en los que participaron casi 170.000 personas, muestra que aquellas que dejaron de fumar durante al menos 6 semanas experimentaron menos depresión, ansiedad y estrés que las que siguieron fumando. Las que dejaron de fumar también experimentaron sentimientos más positivos y un mayor bienestar psicológico. Dejar de fumar no tuvo un impacto en la calidad de las relaciones sociales de las personas y es posible que dejar de fumar se asocie con una pequeña mejora del bienestar social.
Los autores de la revisión combinaron los resultados de 63 estudios que midieron los cambios en los síntomas de salud mental en las personas que dejaron de fumar con los cambios ocurridos en aquellas que continuaron fumando. También combinaron los resultados de 10 estudios que midieron cuántas personas desarrollaron un trastorno de salud mental durante el estudio. Las investigaciones incluyeron una amplia gama de individuos, entre los que se encontraban pacientes con problemas de salud mental previos y otros con enfermedades físicas de larga duración. El tiempo de seguimiento de varió desde 6 semanas hasta 6 años.
"Los fumadores suelen creer que los cigarrillos son la muleta que necesitan cuando se sienten mal, pero hay buenas razones para pensar que el tabaco en realidad les hace sentirse peor -afirma Taylor-. El ciclo diario de despertarse con antojos, satisfacerlos fumando y volver a querer otro cigarrillo a las pocas horas tiene un impacto comprensible en cómo se siente la gente. Pero si se supera el síndrome de abstinencia que muchos fumadores sienten cuando dejan de fumar, la salud mental mejora".
"A partir de nuestros resultados vemos que la relación entre el abandono del tabaco y el estado de ánimo parece ser similar en una serie de personas, y lo más importante, no hay evidencia de que las personas con problemas de salud mental experimenten un empeoramiento de su salud si dejan de fumar", concluye la investigadora.
Referencia: Cochrane Database Syst Rev. 2021 Mar 9;3:CD013522. doi: 10.1002/14651858.CD013522.pub2