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OBSTETRICIA

Depresión en el embarazo, consecuencias devastadoras

JANO.es · 09 octubre 2007

Un trabajo firmado por investigadores de de los Centers for Disease Control and Prevention de Estados Unidos concluye que el trastorno mental puede acabar afectando a la gestante, al hijo y a toda la familia

El autor nos habla de la reumatología del futuro, condicionada por el crecimiento y envejecimiento de una población que en Occidente llegará a duplicar la cifra actual, un reto para el que los reumatólogos deberán estar preparados.

La realidad de la reumatología española actual es la de una disciplina sólidamente asentada en el panorama de las especialidades médicas. Atrás han quedado las épocas en las que las enfermedades del aparato locomotor, consideradas como caras, incurables y sin recursos terapéuticos, eran ampliamente ignoradas. El cambio se ha podido producir merced al trabajo infatigable de varias generaciones de reumatólogos, empecinados en conseguir una asistencia de calidad para nuestros enfermos, y una investigación que nos permitiera avanzar en nuestros conocimientos y en el del entorno que nos rodea.

Otro importante factor de progreso ha sido la vertebración de los reumatólogos en torno a la Sociedad Española de Reumatología, que ha potenciado la formación continuada en el colectivo de sus socios, así como la investigación epidemiológica, la creación de unidades de diagnóstico precoz para la artritis reumatoide, el desarrollo de consensos terapéuticos y diagnósticos y la capacitación en las más modernas técnicas de la especialidad. La investigación farmacológica ha venido a sumarse a este escenario y hoy disponemos de tratamientos biológicos muy eficaces para las enfermedades inflamatorias, así como de nuevos fármacos para el control de la osteoporosis y las enfermedades degenerativas articulares.

¿Cómo será la reumatología del futuro? Desde luego, uno de los factores que la condicionarán en el siglo xxi será el crecimiento y envejecimiento de la población. En los países occidentales, los ancianos llegarán a duplicar la cifra actual, y esto llevará a un crecimiento de las enfermedades del aparato locomotor y de la incapacidad que generan. Los reumatólogos debemos estar preparados para asumir este reto. Hemos de facilitar el acceso a nuestros servicios y hacerlos atractivos desde los primeros niveles de la asistencia. En gran parte, ello vendrá de que sepamos desempeñar un papel de médicos integrales, atendiendo no sólo a los procesos estrictamente reumatológicos, sino también a la mayoría de sus complicaciones médicas. Todo ello sin olvidar que debemos seguir difundiendo la existencia y las actividades de nuestra especialidad en los colectivos de pacientes y en la sociedad civil.

 

Los reumatólogos estamos actualmente concentrados en los centros hospitalarios de las grandes ciudades. Sin embargo, los pacientes con problemas del aparato locomotor están siendo mayoritariamente tratados en sus comunidades por médicos de atención primaria y ortopedas. Con mucha frecuencia, los pacientes no dejan sus comunidades para acudir a los centros hospitalarios, lo que les priva de ser atendidos por los especialistas médicos del aparato locomotor. La especialidad debe buscar una progresiva aproximación a los pacientes saliendo del hospital y llevando sus servicios a los centros de especialidades e, incluso, a la propia atención primaria.

Las enfermedades reumáticas tienen un gran impacto en la incapacidad laboral, y los reumatólogos debemos mostrar que somos los mejor preparados para asistir y prevenir la incapacidad. Esto supondrá un importante acceso de pacientes a la especialidad y una posibilidad de ahorro económico para las administraciones sanitarias. Nuevos esquemas asistenciales han de determinar su lugar en el tratamiento de las enfermedades reumáticas; el papel del personal de enfermería, entrenado específicamente por reumatólogos, tendrá una creciente importancia en el abordaje integral del paciente reumático.

La especialidad caminará también por el sendero de la potenciación de grupos de trabajo en diversas áreas de la reumatología: ecografía reumatológica, reumatología pediátrica, patología ósea... que harán progresar la investigación en sus campos respectivos, así como la formación del resto de los reumatólogos. La formación de nuevos reumatólogos es otro tema que ha de mejorar, con el objeto de que los residentes de reumatología dispongan de esquemas comunes de aprendizaje que los equiparen con los mejores sistemas de nuestro entorno.

Finalmente, la investigación se dirigirá hacia los aspectos más básicos de la especialidad, como la genómica y la proteómica, pero sin olvidar los más cercanos a los pacientes: el abordaje del dolor, la prevención de la discapacidad, la calidad de vida o la economía de la salud. La calidad asistencial, basada en la satisfacción objetiva de los pacientes, es otra área de investigación que tendrá un amplio desarrollo en el futuro de nuestra especialidad.

 Las enfermedades reumáticas tienen un gran impacto en la incapacidad laboral, y los reumatólogos debemos mostrar que somos los mejor preparados para asistir y prevenir la incapacidad."

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