SENOLOGÍA
JANO.es · 24 febrero 2009
Un estudio publicado en NEJM descarta que la razón sea la reducción en el número de mamografías
El descenso de la incidencia de cáncer de mama iniciado en 2003 obedece, según concluye un estudio desarrollado por investigadores del Harbor-UCLA Medical Center (Estados Unidos) y publicado en la revista The New England Journal of Medicine (2009;360:573-587), a que las mujeres dejaron de usar la terapia hormonal sustitutiva (THS) después de que un estudio estadounidense de gran tamaño mostrara tasas sorprendentemente elevadas de problemas cardíacos y cáncer de mama entre las usuarias de algunos tipos de THS.
En palabras del Dr. Rowan Chlebowski, investigador principal del nuevo trabajo, “si usted deja de tomar hormonas, su riesgo de cáncer de mama (asociado con el uso de hormonas) disminuye rápidamente”. En consecuencia, debe descartarse la hipótesis, defendida por numerosos especialistas, de que el descenso obedece en realidad a que menos mujeres se hacen las mamografías.
Según el análisis y otras revisiones recientes, los autores también sugieren que el período “seguro” del uso combinado de progestina y estrógeno para aliviar los síntomas posmenopáusicos es probablemente de alrededor de dos años y no de cinco, como habían señalado los investigadores con anterioridad.
THS, no mamografías
Para evaluar la razón del descenso de las tasas de cáncer de mama, los autores analizaron los datos del ensayo clínico de la Iniciativa de Salud de las Mujeres (WHI), en el que más de 15.000 mujeres fueron seleccionadas para el tratamiento con placebo o con THS, así como de un estudio de observación en el que más de 25.000 mujeres tomaron THS –y no así más de 16.000.
La parte del estudio de la WHI que analizó la terapia combinada se suspendió en 2002, tan pronto los investigadores observaron tasas sorprendentemente altas de problemas cardíacos y cáncer de mama en mujeres asignadas a la THS combinada (pero no al estrógeno solo).
Cuando el grupo del Dr. Chlebowski analizó los efectos de la THS en mayor detalle y a intervalos más cortos, hallaron que, durante el período inicial de dos años, el grupo de THS tenía menos diagnósticos de cáncer de mama que la rama placebo. Sin embargo, el número de casos de cáncer de mama de este grupo aumentó durante el período de 5,6 años del estudio. El riesgo se redujo rápidamente en ambos grupos tras la suspensión de la medicación, aunque ambos grupos se hicieron las mamografías con la misma frecuencia. Como explicó el Dr. Chlebowski, “se produjo un rápido descenso en la incidencia del cáncer de mama tras suspender la terapia de hormonas, mientras que el uso de la mamografía no varió entre los grupos”.
Por ejemplo, en el estudio de observación, la incidencia de cáncer de mama era casi dos veces más alta en el grupo que tomaba hormonas que en el grupo de placebo, una diferencia que desapareció a los dos años, cuando las mujeres descontinuaron el uso de hormonas. El problema, como sugiere el análisis, es que las mujeres que continúan con la THS combinada durante cinco años presentan un mayor riesgo de cáncer de mama.
En consecuencia, el Dr. Chlebowski sugirió que las mujeres deben considerar la suspensión de la terapia hormonal tras 2-5 años de tratamiento y ver si los síntomas persisten, pues “no podemos definir un intervalo que sea verdaderamente seguro”.