INMUNOLOGÍA
Descubren cómo los linfocitos T citotóxicos persiguen y destruyen las células cancerosas
Science · 19 octubre 2021
Investigadores británicos han observado que, cuando estas células han encontrado su objetivo, se unen a él y liberan su carga tóxica, para después recargarse y seguir matando otros objetivos.
Investigadores de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) han descubierto cómo los linfocitos T, importantes componentes de nuestro sistema inmunitario, son capaces de seguir matando mientras persiguen y destruyen las células cancerosas, recargando repetidamente sus armas tóxicas, según publican en Science.
Los linfocitos T citotóxicos son glóbulos blancos especializados que nuestro sistema inmunitario entrena para reconocer y eliminar amenazas, incluidas las células tumorales y las infectadas por virus invasores. También están en el centro de las nuevas inmunoterapias que prometen transformar el tratamiento del cáncer.
Gillian Griffiths, del Instituto de Investigación Médica de Cambridge, que dirigió la investigación, explica que "los linfocitos T son asesinos entrenados que el sistema inmunitario envía a sus misiones mortales. Hay miles de millones de ellos en nuestra sangre, cada uno de las cuales libra una batalla feroz e implacable para mantenernos sanos".
"Una vez que linfocito T ha encontrado su objetivo, se une a él y libera su carga tóxica -prosigue-. Pero lo más sorprendente es que luego son capaces de matar y volver a matar. Solo ahora, gracias a las tecnologías más avanzadas, hemos podido averiguar cómo recargan sus armas".
El equipo ha demostrado que el reabastecimiento de las armas tóxicas de los linfocitos T está regulado por las mitocondrias, las cuales garantizan que los linfocitos T asesinos tengan suficiente munición para destruir sus objetivos.
Griffiths añade que "estos asesinos necesitan reponer su carga tóxica para poder seguir matando sin dañar los propias linfocitos T. Este cuidadoso acto de equilibrio resulta estar regulado por las mitocondrias de los linfocitos T, que establecen el ritmo de la matanza en función de la rapidez con la que ellas mismas pueden fabricar proteínas, lo que permite a los linfocitos T asesinos mantenerse sanos y seguir matando en condiciones difíciles cuando se requiere una respuesta prolongada".
Cuando linfocito T encuentra una célula infectada o una célula cancerosa, las protuberancias de la membrana exploran rápidamente la superficie de la célula, buscando signos reveladores de que se trata de un huésped no invitado.
El linfocito T se une a la célula cancerosa e inyecta proteínas citotóxicas por unas vías especiales llamadas microtúbulos hasta la interfaz entre el linfocito T y la célula cancerosa, antes de perforar la superficie de la célula tumoral y entregar su carga mortal.
Referencia: Science. 2021;374(6565):eabe9977. doi:10.1126/science.abe9977