PUBLICADO EN 'SCIENCE TRASLATIONAL MEDICINE'
Descubren que un antidepresivo de uso común restaura la función cardíaca en ratones con insuficiencia
JANO.es · 05 marzo 2015
Una investigación muestra que la paroxitina inhibe la actividad de GRK2, una enzima cuyos niveles se hallan relacionados con esta dolencia.
Un equipo liderado por investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Temple (TUSM, por sus siglas en inglés), en Estados Unidos, ha detectado que un antidepresivo recetado comúnmente restaura la función del corazón en ratones con insuficiencia cardíaca. El equipo, dirigido por Walter J. Koch, PhD, de la Cátedra William Wikoff Smith en Medicina Cardiovascular y director del Centro de Medicina Traslacional en TUSM, encontró que el antidepresivo paroxetina (Paxil), revirtió la insuficiencia cardíaca, en ratones, como recoge un artículo sobre el trabajo publicado en Science Translational Medicine. El efecto de la paroxetina no se debía a sus propiedades antidepresivas, sino a la inhibición de una enzima.
"Esto podría abrir el camino a una nueva clase de terapias para una enfermedad para la que carecemos de intervenciones efectivas", augura Koch. "Como mínimo, la investigación sugiere que los médicos podrían considerar la prescripción de paroxetina en los pacientes con insuficiencia cardíaca, que también sufren de depresión clínica. Si usted tiene que dar a estos pacientes un antidepresivo, ¿por qué no darles éste, que puede mejorar la función del corazón?", se pregunta Koch. La reversión de la enfermedad se produjo a concentraciones de paroxetina similares a las encontradas en la sangre de las personas tratadas por depresión, aunque Koch advierte de que lo que ocurre en roedores no tiene por qué ocurrir en humanos.
El estudio es fruto de dos décadas de investigación de este experto de una enzima llamada GRK2, cuyos niveles se elevan cuando el corazón falla. El coautor del actual trabajo John J. G. Tesmer, del Instituto de Ciencias de la Vida de la Universidad de Michigan, Estados Unidos, se fijó en la paroxetina cuando probaba un procedimiento para el cribado de compuestos que afectan a GRK2. Sus análisis descubrieron que el antidepresivo inhibe la actividad de GRK2. Tesmer envió a Koch una muestra no marcada del compuesto y éste lo probó con éxito en miocitos cardíacos.
En el documento actual, el equipo de Koch probó paroxetina contra un placebo y un segundo antidepresivo, fluoxetina (Prozac). Se indjujeron en los ratones infartos de miocardio y estos desarrollaron insuficiencia cardíaca durante las siguientes dos semanas. Después fueron tratados con placebo, paroxetina, o fluoxetina. Solamente los roedores tratados con paroxetina mostraron la reversión de la insuficiencia cardíaca.