NEUMOLOGÍA
Carla Nieto. Madrid · 02 marzo 2012
El I-neb introduce un modo de inhalación por objetivos, lo que en la práctica supone un entrenamiento continuo para el paciente en cada inhalación.
En el contexto de la jornada sobre 'Nuevas herramientas para mejorar la adherencia en fibrosis quística', organizada por Praxis Pharmaceutical, se ha presentado el nuevo diseño del dispositivo portátil I-neb, con el que se nebuliza el fármaco Promixin, colistimetato de sodio, y que permite una reducción del tiempo de nebulización de hasta un 40% (de 2 a 3 minutos). Esto es posible gracias a la introducción de una boquilla nebulizadora que facilita aún más su utilización y, por tanto, aumenta la adherencia.
“El nuevo diseño de este dispositivo presenta varias ventajas. Por un lado, introduce un modo de inhalación por objetivos, lo que en la práctica supone un entrenamiento continuo para el paciente en cada inhalación, guiándole para que respire de forma lenta y profunda y enseñándole en las sucesivas inhalaciones a prolongar cada inhalación mediante un sistema de vibración. Con ello se consigue, además de una reducción del tiempo de tratamiento, un mayor depósito pulmonar del fármaco. La consecuencia de esto es que se mejora el efecto terapéutico, lo que a su vez implica una disminución de los ingresos hospitalarios y una reducción del gasto sanitario”, explicó el doctor Luis Máiz, de la Unidad de Fibrosis Quística del Hospital Ramón y Cajal, de Madrid.
Otra de las ventajas del nuevo dispositivo es que incluye un software, el Insight, diseñado para ser instalado en el ordenador de la consulta del especialista de forma que éste pueda seguir de cerca la adherencia del paciente al tratamiento, ya que proporciona información sobre la hora, el día, la cantidad de dosis nebulizada y el tiempo empleado en cada nebulización. “Este aspecto resulta muy útil para detectar posibles errores en el tratamiento inhalado y también, especialmente en el caso de los pacientes pediátricos, permite contemplar la administración del fármaco casi como un ‘reto’, ya que todos los datos referentes a la forma en la que sigue el tratamiento quedan reflejados, y eso resulta muy motivador”, comentó la doctora Silvia Gartner, de la Unidad de Fibrosis Quística del Hospital Vall d’ Hebron.
Los expertos que intervinieron en la jornada coincidieron en resaltar su preocupación sobre la falta de adherencia al tratamiento que existe en los pacientes de fibrosis quística. “Es uno de los grandes problemas que presenta esta enfermedad, de ahí que todos los esfuerzos estén centrados en conseguir no sólo que el paciente cumpla el tratamiento sino también que lo perpetúe en el tiempo”, señaló la doctora Amparo Solé, presidenta de la Sociedad Española de FQ.
50% de adherencia
Precisamente, uno de los aspectos más interesantes de esta jornada ha sido el abordaje de esta falta de adherencia de estos pacientes desde una perspectiva psicológica, que fue el tema principal de la mesa redonda 'Counselling', impartida por el Dr. Enrique García Huete, profesor de Evolución Psicológica. “Está demostrado que la adherencia media a los tratamientos en las enfermedades crónicas en general en España no supera el 50%. Es un tema en el que hay que tener en cuenta diversos factores; por ejemplo, se sabe que los hombres presentan un menor nivel de adherencia que las mujeres. También es muy importante tener en cuenta el tipo de personalidad del paciente: los extrovertidos funcionan mejor por el refuerzo a través del anticipo de las consecuencias positivas (el bienestar que le producirá seguir correctamente el tratamiento) mientras que las personas más introvertidas reaccionan mejor si se les hace alusión a los efectos negativos derivados de no adherirse a la terapia”.
Para el doctor García Huete, “los pacientes necesitan apoyo, no que se les culpe. En este sentido, la adherencia terapéutica es un modificador importante de la efectividad del sistema de salud, que requiere un enfoque multidisciplinar, y mejorarla supondría la mejor inversión para abordar de forma efectiva los procesos crónicos”.