“Las terapias respiratorias domiciliarias permiten ahorrar costes al sistema sanitario. Concretamente, en 2010 el ahorro fue de más de 300 millones de euros, de lo que se deduce que no tratar a estos pacientes resulta más caro desde el punto de vista económico que aplicar el tratamiento. El problema es que sólo el 30% de las personas que requieren estas terapias están diagnosticadas y tratadas”, explicó la secretaria general de Fenin, Margarita Alfonsel, durante la presentación del Estudio sobre la eficiencia y los beneficios de las Terapias Respiratorias Domiciliarias, elaborado por PwC en colaboración con Fenin.

“Si la tasa actual de tratamiento pasara de ese 30% al 50% mediante una mejor identificación de los pacientes beneficiarios, el ahorro rondaría los 380 millones de euros”, comentó por su parte Ignacio Riesgo, director de Sanidad de PwC.

En España, alrededor de medio millón de personas reciben actualmente tratamientos domiciliarios asociados a terapias respiratorias, que incluyen el tratamiento ventilatorio del Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño, la oxigenoterapia crónica, la ventilación mecánica y la aerosolterapia. Los cuatro grupos principales que precisan este tratamiento son los pacientes del Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño, la EPOC, la EPOC hipercápnica y el Síndrome de Hipoventilación-Obesidad.

“Todo apunta a que estas patologías aumenten entre un 12 y un 14% en los próximos años”, señaló Riesgo.

Por su parte, la doctora Emilia Barrot, presidenta del Comité de Relaciones Institucionales de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), comentó que “para los neumólogos, el futuro pasará por manejar correctamente estas terapias, que han cambiado radicalmente la calidad de vida de estos pacientes, y en este sentido, el estudio que se presenta hoy nos da las coordenadas de dónde estamos y hacia dónde vamos”.

La doctora Barrot se refirió al importante papel que la oxigenoterapia, que constituye entre el 25 y el 30% de estas terapias domiciliarias, ha jugado en el aumento de la supervivencia de los pacientes, “especialmente los de EPOC, que suponen el 65% del total de los tratamientos, una patología en la que aún hay un elevado infradiagnóstico y que se prevé que para el año 2020 será la tercera causa de mortalidad a escala mundial”.

Asimismo, la neumóloga destacó la importancia que tiene en estos casos el seguimiento del paciente y el cumplimiento y la adherencia al tratamiento. “Hoy día el especialista puede controlar, a través de los datos que recogen las empresas, el uso que los pacientes están haciendo de estas terapias, desde el seguimiento asistencial del paciente, cómo se comporta o si ha habido alguna incidencia”.

En la misma línea, la vicepresidenta segunda del Congreso de los Diputados, Ana Pastor, señaló que “al paciente con terapias domiciliarias hay que formarlo adecuadamente, ya que muchos de ellos o no están diagnosticados o no hacen el seguimiento adecuado del tratamiento. Y esta formación tiene que hacerse en el ámbito de la atención primaria”. Pastor propuso la creación de una nueva cartera de servicios de terapias respiratorias y la adopción de otras medidas, como reforzar los mecanismos para el rápido diagnóstico, actuar en educación para la salud e implantar una política farmacéutica integral para este tipo de pacientes.