NUTRICIÓN
JANO.es y agencias · 24 diciembre 2009
Los expertos destacan que existen probióticos específicos con eficacia demostrada para indicaciones concretas del sistema inmunitario como la prevención de infecciones
Los alimentos probióticos generan efectos biológicos saludables en patologías o procesos gastrointestinales y en la estimulación del sistema inmunitario de grupos de población como mujeres embarazadas, niños o personas mayores, según concluyeron expertos reunidos en la jornada “Probióticos y salud: evidencia científica”, celebrada en la sede central del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
En el caso del aparato digestivo, los especialistas pusieron de manifiesto que existen cepas probióticas con eficacia demostrada para indicaciones concretas de salud gastrointestinal como algunos tipos de diarrea, estreñimiento, síndrome del intestino irritable o inflamación intestinal.
Asimismo, en el bloque dedicado al sistema inmunitario se analizaron aspectos como la inmunotolerancia, las alergias en la infancia, las situaciones de estrés y el sistema de defensas de las personas mayores, destacando que existen probióticos específicos con eficacia demostrada para indicaciones concretas del sistema inmunitario como la prevención de infecciones o la estimulación de fagocitos, elementos esenciales que defienden al organismo contra infecciones.
En este sentido, la investigadora del Departamento de Metabolismo y Nutrición del Instituto del Frío-ICTAN del CSIC, Esther Nova Rebato, señaló que los estudios confirman que los probióticos podrían tener “un papel modesto pero beneficioso frente a los múltiples factores que aumentan la susceptibilidad a las alergias ligados al estilo de vida de la sociedad actual”.
De hecho, “cabe pensar que los probióticos tienen más capacidad para ejercer sus efectos positivos sobre la regulación de respuestas inmunológicas en aquellos momentos en que el sistema inmune se está desarrollando, y por tanto, su administración podría ser beneficiosa a la mujer embarazada o en los dos primeros años de vida del niño”, explicó la doctora Nova. No obstante, “la etapa de la lactancia debe tomarse con precaución, a pesar de que se han hecho estudios que han mostrado la buena tolerancia y seguridad de que gozan”, apuntó.
Sobre la influencia de la microbiota intestinal en enfermedades inflamatorias crónicas como la enfermedad celiaca, la Dra. Yolanda Sanz Herranz, del Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA-CSIC) de Valencia, afirmó que los probióticos “podrían ser y se están estudiando como alternativa al tratamiento estándar en la actualidad, centrado en una dieta sin gluten”.
A este respecto, Sanz confirmó que Bifidobacterium longum ES1 y Bifidobacterium bifidum ES2 in vitro “pueden regular la respuesta inflamatoria producida en el paciente celiaco por cierta microbiota intestinal y las gliadinas, proteínas claves en la respuesta alérgica al gluten, y reforzar la función de barrera intestinal del mucus, también afectada en esta enfermedad”.
Estas observaciones, sin embargo,” precisan de ensayos in vivo para ser verificadas, así como estudios de intervención que permitan atribuir a las bifidobacterias un efecto beneficioso”, añadió la Dra. Sanz.