DOLOR
JANO.es · 23 noviembre 2010
La especialista en Dolor, María Luisa Franco, denuncia que el número de unidades del Dolor dentro del SNS es totalmente insuficiente.
El número actual de unidades de Dolor dentro del Sistema Nacional de Salud (94), “es totalmente insuficiente para las necesidades y no hay en todos los hospitales. Una de las causas de este escaso desarrollo estriba precisamente en que sean anestesiólogos los que lleven las unidades de dolor, dependientes del servicio de anestesiología (89,3%) sin recursos y gestión propios”. Así lo denunció la presidenta de la Sociedad Norte Dolor y especialista de la unidad de Dolor del vizcaíno Hospital de Cruces, María Luisa Franco, con motivo de su conferencia en Bilbao bajo el título Me duele, ¿qué puedo hacer?, realizada la semana pasada.
La especialista recordó que “en pacientes sometidos a una intervención quirúrgica, el 75% va a tener dolor, 40% de ellos de intensidad moderada-severa. Respecto al cáncer, un 70%-90% de los enfermos presenta dolor crónico y en cuanto al dolor crónico de causa no cancerosa, según la encuesta realizada en 2009 por la Asociación Europa Contra el Dolor (EFIC), lo presenta un 25% de los europeos y un 30% de la población española (52% mujeres, 48% varones), con una duración media del dolor de 9 años (...). Sólo el 2% se trata en unidades especializadas”.
El dolor lumbar ocupa un capítulo importante ya que presenta un problema complejo “tanto a nivel diagnóstico, de tratamiento y de repercusiones sociolaborales ya que es la enfermedad industrial más cara y con mayor índice de incapacidad (60%)”, afirmó la experta. La causa más frecuente de este dolor “es la enfermedad mecanicodegenerativa por alteraciones estructurales de la columna o por sobrecarga postural o funcional con la vida diaria. El dolor que produce es de tipo mecánico y desaparece normalmente en reposo”, explicó.
Las mujeres, más afectadas por el dolor
Franco llamó igualmente la atención acerca de la mayor prevalencia del dolor en las mujeres. Así, indicó que éstas lo presentan “en una proporción de 1,5 mujeres por cada hombre para cefaleas, dolor de hombros y rodillas y dolor cervicolumbar; de 2 a 1 para dolor orofacial; 2,5 mujeres a 1 para migrañas y de 4 a 1 para fibromialgia”.
También la respuesta al tratamiento con opioides es diferente para ellas, “lo que sugiere que el sistema opioide endógeno también lo es y es posible que esto tenga influencia en los coeficientes de dolor. La hormona femenina puede estar implicada en este aumento del dolor femenino, sobre todo en algunas patologías como migrañas y alteración de la articulación temporomandibular, pero el mecanismo exacto es en la actualidad desconocido”.
La especialista apuntó que es el síntoma mayoritario por el que los pacientes acuden al médico, así como que “es la experiencia más desagradable que puede experimentar el ser humano y sólo valorada por quien lo padece”. Por ello, el objetivo del tratamiento “va encaminado a disminuir el dolor, mejorar el estado físico del paciente y su calidad de vida y facilitar la reinserción laboral”.
Franco señaló que a la hora de pautar un tratamiento para el dolor “tenemos en cuenta que la potencia de los analgésicos vendrá determinada por la intensidad del dolor y nunca por la supervivencia estimada del paciente”.