NUTRICIÓN
JANO.es · 17 septiembre 2010
La mitad de los productos que comen los niños incumple la normativa europea, al representar las grasas trans entre el 1% y el 3% del total de grasas
El Instituto de Investigación en Atención Primaria (IDIAP Jordi Gol), junto con la Atención Primaria de Mataró y los Servicios de Educación y Salud Pública del Ayuntamiento de esta localidad barcelonesa, han estudiado el consumo de productos de bollería industrial y snacks entre la población infantil y juvenil, y estiman que alrededor del 40% de los niños de enseñanza primaria consumen productos con grasas trans. Los autores destacan que existe evidencia científica de la implicación del consumo de estas grasas en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, y que, a medida que los niños se hacen mayores, su dieta empeora.
Las grasas trans son grasas que están presentes en multitud de productos de la industria alimentaria, como por ejemplo comidas rápidas, congelados, precocinados (pizzas, rebozados, patatas fritas), palomitas, ganchitos, snacks de chocolate, y
bollería (donuts, tartas, magdalenas, croissants, brownies, etc.
La presencia de estas grasas en los alimentos elaborados está regulada en la mayoría de los países de la Unión Europea, pero aún no en España. Esta regulación supone que el contenido de grasas trans en este tipo de alimentos debe ser menor al 1% del total de grasas. Además, la regulación exige que las etiquetas de estos productos especifiquen qué porcentaje de grasas trans llevan. Como en España este consumo aún no está regulado, en el etiquetado no se especifica este dato. Esto ha supuesto para los autores de esta investigación tener que analizar la composición de todos los productos estudiados.
El objetivo fue conocer el consumo de productos de bollería industrial y snacks entre la población infantil y juvenil y conocer la presencia de grasas trans en este tipo de alimentos. A juicio de los autores, sus resultados permitirán realizar intervenciones para modificar hábitos alimentarios poco saludables entre los jóvenes y los niños, un periodo crucial para actuar sobre su conducta alimentaria, ya que es cuando adquieren sus costumbres alimentarias.
El estudio, realizado en escolares de primero, cuarto y sexto de primaria de 9 escuelas de Mataró (Barcelona), muestra que la prevalencia de sobrepeso y obesidad es similar a la del resto de Cataluña (17% de sobrepeso y 5% de obesidad). Los resultados también muestran que la mayoría de los niños y niñas siguen una dieta mediterránea de calidad moderada-alta, tanto los niños que comen en casa como los niños que lo hacen en el comedor escolar. Cabe destacar que conforme los niños crecen, disminuye la calidad de la dieta y que los niños con una dieta de mejor calidad tienen menos sobrepeso y obesidad.
A pesar de esta buena adhesión a la dieta mediterránea, el consumo de productos con grasas trans es alto. Alrededor del 40% de los niños de primaria consumen productos con grasas trans. Todos los productos analizados (bollería y snacks) llevaban grasas trans. Un 50% tenía un contenido en grasas trans cumpliendo las recomendaciones europeas (menos de 1% del total de grasas) y el otro 50% de los productos superaban las recomendaciones (entre el 1% y el 3% del total de grasas).
Estos resultados se han presentado en las escuelas que participaron en el estudio y en diferentes ámbitos comunitarios con el objetivo de informar del tema y poder elaborar intervenciones dirigidas a disminuir el consumo de estos productos entre los niños y adolescentes.
Los autores del estudio, que ha sido galardonado con el Premio Gonzalo Calvo que otorga la Academia de Ciencias Médicas de Cataluña y Baleares, consideran que el estudio aporta información esencial sobre los hábitos alimentarios de la población escolar y que, por tanto, debe servir para trabajar en estrategias que permitan modificar los hábitos poco saludables.