Un 44% de la población española atraviesa actualmente una peor situación vital que hace dos años, debido principalmente a las consecuencias económicas de la crisis. Esta es una de las conclusiones arrojadas por el estudio Impacto de la crisis económica en los sistemas de protección social y en la salud y calidad de vida de los españoles, llevado a cabo por la Fundación Pfizer.

Consecuencia directa de esta situación es el hecho de que el trabajo sea el principal motivo de preocupación en la actualidad (un 26% de los encuestados lo nombraron en primer lugar), por encima de la propia salud (principal preocupación para un 9%).

Al ser preguntados por su estado de salud, una amplia mayoría de los consultados (más del 71%) afirma tener buena o muy buena salud. En cuanto a las dolencias más comunes citadas destacan las enfermedades de huesos y la artrosis. Al comparar su salud actual con la de hace dos años, un 23 % de los encuestados aseguran que ésta ha ido a peor, y destacan entre los principales motivos del empeoramiento los problemas de estrés, ansiedad y nervios. De hecho, más de la mitad de los españoles (el 55%) asegura llevar una vida cotidiana estresada, siendo el principal motivo de estrés el trabajo y el empleo (mencionados por el 26,2% de la población), seguido por la familia (16,5%); los hijos y nietos (12,8%) y la falta de trabajo (9,7%).

Durante 2010, los españoles han acudido al médico con alguna mayor frecuencia que antes, siendo el balance sobre la atención recibida en las visitas al médico ligeramente negativo: un 14% de los ciudadanos dice haber recibido una atención algo o mucho peor.

En cuanto a la incidencia de la crisis sobre los patrones de sueño y descanso, si bien la mayoría (el 56%) afirma no haber experimentado cambios al respecto, sí que hay un grupo de población (un 31%) que afirma dormir hoy peor que hace dos años. Detrás de esta situación, estarían los mayores niveles de estrés y tensión soportados, un empeoramiento del estado de salud, como segunda razón más citada y un aumento de las responsabilidades familiares.

Por último, y en relación a la valoración del sistema público de salud, más de un 50% de los españoles lo califica de bueno o muy bueno. En cuanto a las dos posibilidades analizadas para mejorar la situación actual, ambas son rechazadas por la mayoría: un 68,8% es contrario al cobro de alguna tasa por consulta o atención médica, mientras que un 78% se opone al aumento de la contribución al pago de los medicamentos.

En el debate posterior a la presentación de los resultados, el ex ministro de Sanidad y actual patrono de la Fundación Pfizer, Julián García Vargas, afirmó que estos datos se encuadran en el actual contexto europeo. Por su parte, José María Zufiaur, consejero del Comité Económico y Social de la UE señaló que “es obvio que la crisis está teniendo un impacto importante en los sistemas de protección social. De hecho, aproximadamente un 20% de la población española está en riesgo de pobreza”.

Respecto las repercusiones directas de la situación en el sector sanitario, Juan Manuel Cabasés, catedrático de Economía Aplicada en la Universidad de Navarra, explicó que “nos encontramos ante un marco asistencial que hay que cambiar; se debe hacer una reestructuración ante las nuevas exigencias de una población a la que hay que curar y cuidar a la vez, y en este cambio han de participar los médicos, los pacientes y la Administración”.

Por su parte, el Dr. Miguel Casas, jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Vall d’Hebrón, comentó que hay evidencias de que la crisis está empezando a hacer mella en la salud mental de los individuos, “aunque hay que tener en cuenta una serie de condicionantes: la excesiva psiquiatrización de la vida cotidiana, la mayor o menor vulnerabilidad de cada individuo ante esta situación, los problemas mentales previos y, también, el hecho de que desde la aparición de la crisis no ha habido aún tiempo de hacer un estudio a largo plazo para determinar el alcance real de su incidencia en la salud mental”.