LAS RECAÍDAS COMPORTAN PÉRDIDA DE MATERIA GRIS
El 50% de los pacientes con esquizofrenia recaen al año de recibir el diagnóstico
JANO.es · 03 abril 2014
Los participantes en la I Jornada Multidisciplinar en Salud Mental subrayan que la concienciación del paciente en la toma del tratamiento puede mejorar el pronóstico de esta enfermedad.
La carga social de los trastornos mentales supera la de cualquier tipo de cáncer o patología cardiovascular. Ello, unido a la falta de adherencia terapéutica y a la falta de conciencia respecto a la enfermedad, supone uno de los mayores retos de la psiquiatría actual.
Con el objetivo de plantear soluciones que puedan mejorar el cumplimiento del tratamiento y lograr con ello un mejor control de la enfermedad, expertos de distintas especialidades se dan cita en la I Jornada Multidisciplinar en Salud Mental: un compromiso con la adherencia, organizada por Janssen.
Según un estudio que evaluó la adherencia al tratamiento de 34.000 pacientes a lo largo de 4 años, el 61% de los pacientes presentó dificultades para mantener la adherencia al tratamiento.
“Las razones por las que los pacientes abandonan el tratamiento de la esquizofrenia son múltiples. Podemos dividirlos en factores relacionados con la enfermedad (síntomas, déficit cognitivos, falta de conciencia de estar enfermo), con el tratamiento (fármacos), efectos secundarios, instrucciones complejas, múltiples tomas relacionados con el ambiente familiar o incluso con el médico y el sistema sanitario (falta de continuidad en las asistencia, etc.)”, ha explicado el Dr. José Manuel Olivares, responsable del Servicio de Psiquiatría de la Estructura Organizativa de Gestión Integrada de Vigo.
Según este experto, “al año del diagnóstico de esquizofrenia, más del 50% de los pacientes recae. A los 4 años, el 80% ha recaído y de estos, el 85% sufre una segunda recaída”. En este contexto, la respuesta terapéutica es más elevada tras el primer episodio que en los episodios sucesivos.
Los pacientes que sufren recaídas se ven expuestos, entre otros aspectos, a la pérdida de autoestima, generan resistencia al tratamiento, inciden en mayores gastos de asistencia y presentan mayor dificultad para conseguir los logros alcanzados previamente. Además, los periodos largos de recaída pueden tener un efecto negativo en la integridad cerebral y, tal como ha señalado el Dr. Olivares, “con cada recaída existe un cambio progresivo en volumen cerebral, que afecta a la disminución de la materia gris, que se asocia con un empeoramiento de la función cognitiva”.
El Dr. Olivares ha concluido señalando que “si el paciente se implica en la toma de decisiones acerca del tratamiento, se pueden reducir el número de recaídas y mejoraría el pronóstico de la enfermedad”.