HIPERTENSIÓN
JANO.es · 29 julio 2011
Con la llegada del verano se produce una variación en la dieta, con un incremento de la ingesta de grasas y sales durante las comidas y mayor consumo de alcohol y tabaco.
Durante las vacaciones suelen producirse cambios de hábitos y de domicilio, aspectos que pueden alterar los niveles de presión arterial, pudiendo provocar problemas serios en hipertensos.
El 80% de los pacientes que siguen un tratamiento para la hipertensión, lo descuidan durante el periodo estival, según un estudio realizado por PiC Solution. Por ello, el 76,4% de los médicos de atención primaria en España recomienda a sus pacientes la medición de la presión arterial en su domicilio con tensiómetros electrónicos. Esto, sumado al cambio en la alimentación, el aumento de las temperaturas y una mala hidratación, contribuyen en gran medida al descontrol de la hipertensión.
Con la llegada del verano se produce una variación en la dieta, con un incremento de la ingesta de grasas y sales durante las comidas y consumo de alcohol y tabaco. Además, se produce un descenso del ejercicio físico que aumenta los riesgos de la hipertensión. Otro de los factores decisivos en la variación de los niveles tensionales es la altitud del lugar de vacaciones. Así, en la montaña la altitud es mayor y, por tanto, favorece el aumento de la presión arterial, mientras que a nivel del mar la tensión tiende a descender.
Por su parte, el sol es también un factor importante, dado que permanecer durante demasiado tiempo al sol, sin reponer debidamente los líquidos y sales minerales necesarios, así como realizar un ejercicio físico excesivo durante las horas centrales del día, puede provocar un proceso de hipotensión grave.