GERIATRÍA
JANO.es · 13 julio 2009
No se observa el beneficio constatado en ancianos sanos
Según concluye un estudio llevado a cabo por investigadores de la VU University de Amsterdam (Países Bajos) y publicado en el último número de la revista Journal of Neurology, Neurosurgery and Psychiatry (2009;80:802-804), los programas breves de caminatas no logran mejorar la función mental de ancianos internados en residencias con demencia moderada.
Investigaciones previas tanto en modelos animales como en seres humanos habían sugerido que la actividad física tenía un beneficio sobre las personas mayores saludables, señalaron los autores del nuevo trabajo, quienes buscaron comprobar si el efecto se aplicaba también a los ancianos con demencia.
Así, el equipo dirigido por L. H. P. Eggermont, asignó a 97 pacientes a caminatas de 30 minutos, cinco días a la semana durante un mes y medio; o a recibir visitas sociales según el mismo cronograma.
Los investigadores no hallaron beneficios en el grupo que realizó actividad física, comparado con la cohorte que recibió visitas.
La razón, apuntan los autores, “podría deberse a que el ejercicio era muy escaso o a que muchos de los pacientes estudiados también presentaban enfermedad cardíaca, lo que limitaba los efectos de la actividad física”.