Las consejeras de Salud y Consumo, Luisa María Noeno, y de Servicios Sociales y Familia, Ana Fernández, del Gobierno de Aragón, han firmado un documento cuyo objetivo central es conseguir la validación de la prescripción de medicamentos desde los servicios de farmacia de los hospitales de convalecencia a pacientes ingresados en centros sociales de titularidad pública.

El acuerdo implica que, a partir de ahora, los servicios de farmacia hospitalaria validarán los tratamientos prescritos a los pacientes de los centros sociales incluidos en el programa y gestionarán las solicitudes de reposición de medicamentos de los mismos. Además, se llevarán a cabo actividades para optimizar el circuito de su utilización, y el control y supervisión periódica, por parte de un farmacéutico, de los medicamentos allí establecidos.

Así, Noeno destacó que "la prioridad que tiene este programa conjunto es mejorar la calidad y la seguridad en la prescripción de fármacos a los residentes en centros sociales, estableciendo mecanismos de control y seguimiento de las pautas de administración de los medicamentos".

De esta forma, se implantará la estrategia de Uso Racional del Medicamento en las residencias del Instituto Aragonés de Servicios Sociales, con la que se pretende lograr la máxima contribución de los medicamentos a la mejora de la salud de los ciudadanos, garantizando la igualdad en el acceso y la sostenibilidad del sistema sanitario.

El hecho que ha motivado la puesta en marcha de este programa es que la mayor parte de estas personas mantienen tratamientos simultáneos y, frecuentemente, su incapacidad física les impide acudir personalmente a la farmacia, por lo que ni ejercen la libre elección de oficina ni se produce una dispensación en la que el farmacéutico pueda evaluar la idoneidad de los tratamientos prescritos o proporcionar pautas de administración.