INVESTIGACIÓN FARMACOLÓGICA
El mosquito de la malaria sirve de modelo para el diseño de nuevos fármacos anticoagulantes
JANO.es · 13 diciembre 2012
Investigadores descifran el mecanismo por el que una sustancia, la anophelina, se une a una enzima, la trombina, implicada en el proceso de coagulación.
Investigadores del Instituto de Biología Molecular y Celular de la Universidad de Porto (Lisboa) han liderado un trabajo, publicado en la última edición de la revista PNAS, que descifra el mecanismo por el cual una sustancia llamada anophelina se une a una enzima, la trombina, implicada en el proceso de coagulación sanguínea.
El estudio, en el que han participado investigadores del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM), abre la puerta, por un lado, al diseño de una nueva generación de fármacos anticoagulantes y, por otro, a la lucha contra la propagación de la malaria a partir del diseño de inhibidores de esta sustancia.
Los autores han descubierto que “la anophelina bloquea la trombina de una forma novedosa y distinta a otras sustancias: es como la llave que entra en la cerradura de una puerta, salvo que en este caso la llave entra por el otro lado”, explica Ricardo Gutiérrez Gallego, miembro del grupo de investigación en bioanálisis del IMIM.
La anophelina es una sustancia que desempeña un papel esencial en la nutrición de un número importante de parásitos, como los mosquitos Anopheles, los causantes de la malaria, o los murciélagos vampiro. Éstos necesitan alimentarse de sangre fresca e impedir que se coagule durante su ingesta. Para ello, utilizan potentes inhibidores del proceso de coagulación, que afectan principalmente a la trombina.
Trabajos anteriores
El trabajo partió de unos estudios recientes donde se describían unos inhibidores de la trombina que tenían unas estructuras novedosas. En el caso del inhibidor producido por el mosquito Anopheles, la anophelina, se vio que después de unirse a la trombina no se producía una degradación de proteínas y se inició el estudio sistemático de todos los coagulantes que tienen las distintas variantes de esta especie de mosquito.
Gracias a la utilización de técnicas analíticas de gran sensibilidad, se monitorizaron en tiempo real las interacciones moleculares de la anophelina y la trombina, llegando a la caracterización detallada de su estructura y de su interacción. Asimismo, los investigadores también realizaron mutaciones de esta proteína, es decir, fueron cambiando un aminoácido cada vez para averiguar así las partes cruciales de la molécula en su interacción con la trombina.
Lucha contra la malaria
La formación de coágulos es un mecanismo complejo que tiene como finalidad prevenir el sangrado tras sufrir un daño. Sin embargo, en ocasiones, puede desencadenar un infarto de miocardio o un infarto cerebra. En estos casos, la administración de anticoagulantes fundamental.
En los últimos años, uno de los campos de investigación más activos ha sido la búsqueda del anticoagulante ideal, ya que los que disponemos actualmente pueden tener efectos secundarios. “El descubrimiento de este nuevo mecanismo de interacción podría ayudar no sólo a crear fármacos anticoagulantes de nueva generación, sino también a la lucha contra la propagación de la malaria", concluye Gutiérrez Gallego.