HEMATOLOGÍA
El tratamiento con lenalidomida en mieloma múltiple alarga en 18 meses la supervivencia libre de progresión
JANO.es · 13 diciembre 2012
Los datos de varios estudios demuestran beneficios clínicos en la combinación de tratamientos que incluyen lenalidomida más terapias de anticuerpos en pacientes con formas de linfoma no Hodgkin difíciles de tratar.
Añadir Revlimid (lenalidomida, comercializado por la compañía biotecnológica Celgene) a melfalán y prednisona logra una mejora sin precedentes en la supervivencia libre de progresión (SLP) en pacientes con mieloma múltiple (MM). Así lo demuestran los resultados presentados durante la 54º Reunión Anual de la Sociedad Americana de Hematología (ASH), celebrada en Atlanta (Estados Unidos).
Los datos, extraídos del estudio de fase III MM-015, comparó por un lado lenalidomida más melfalán y prednisona (MPR-R n=152) con un ciclo fijo de MPR (n=153) seguida por placebo o melfalán y prednisona seguido de placebo (MP n-154) en pacientes recién diagnosticados. Y el análisis final del estudio previo demostró una mejoría sin precedentes en la supervivencia libre de progresión (SLP) en aquellos tratados con MPR-R frente MP (31 meses frente 13 meses, p <0,001).
En este análisis post-progresión, los pacientes con enfermedad progresiva pudieron inscribirse en una extensión abierta y recibir lenalidomida (25 mg los días 1-21 de un ciclo de 28 días) con o sin dexametasona (40 mg los días 1-4, 9-12 y 17-20 de un ciclo de 28-día), o cualquier otra terapia anti-mieloma fuera del protocolo.
Más pacientes en el brazo de MP (82%, 126 de 154) y el brazo MPR (77%, 118 de 153) recibieron tratamiento de segunda línea que el brazo MPR-R (53%, 81 de 152). Mantenimiento previo con lenalidomida en primera línea no parece inducir resistencia o recaídas a la terapia. Además, el tiempo transcurrido desde la segunda a la tercera línea de tratamiento fue similar para todos los grupos: MPR-R, 14 meses; MPR, de 16 meses, MP, 15 meses.
Por otra parte, los pacientes tratados en segunda línea con terapias basadas en lenalidomida tenía más tiempo hasta la progresión (MPR-R, 18 meses; MPR, 23 meses, MP, 18 meses) que los tratados con terapias basadas en bortezomib (MPR-R, 14 meses; MPR 16 meses, 12 meses MP) o con cualquier otra terapia (MPR-R, 6 meses, MPR 4 meses; MP, 6 meses).
Lenalidomida y linfoma de células del manto
En el congreso también se han presentado los resultados de un ensayo fase II, multicéntrico, de brazo único que evaluó lenalidomida en pacientes con linfoma de células del manto tratados previamente.
En el estudio, 134 pacientes que habían recibido tratamiento previo con rituximab, ciclofosfamida y una antraciclina (o mitoxantrona), y recaída, o después de progresión (<12 meses) o eran refractarios a bortezomib recibieron 25 mg de lenalidomida en los días 1-21 de cada ciclo de 28 días. Los criterios de valoración primarios del estudio fueron la tasa de respuesta global y la duración de la respuesta. Los objetivos secundarios incluyeron respuesta completa, la supervivencia libre de progresión, tiempo hasta la progresión, la supervivencia global y la seguridad
La tasa de respuesta global en el estudio con lenalidomida fue del 28% (37/134) con una tasa de respuesta completa del 8% (10/134). La duración media de la respuesta fue de 16,6 meses (95% CI, 7.7-26.7). Además, la mediana de supervivencia libre de progresión en los pacientes del estudio fue de 4 meses (95% CI, 3.6 a 5.6).
Lenalidomida en el linfoma no Hodgkin
Durante la 54ª Reunión Anual de la Sociedad Americana de Hematología (ASH) también se dieron a conocer los resultados de varios estudios que evalúan el beneficio clínico del tratamiento combinado con lenalidomida y la terapia de anticuerpos en el linfoma no Hodgkin (LNH).
Los datos presentados incluyeron dos ensayos de fase II sobre la combinación de lenalidomida con rituximab-CHOP (R-CHOP), un estudio de fase I/II de prueba que evalúa la combinación de lenalidomida y ofatumumab, y un ensayo de fase II el análisis de la combinación de lenalidomida y rituximab.