MEDICINA INTERNA
El uso crónico de corticoides antes de hospitalización por COVID-19 se asocia a un peor pronóstico
SEMI · 20 enero 2022
Investigadores españoles publican un estudio retrospectivo basado en datos de casi 15.000 pacientes del Registro SEMI-COVID-19 de la Sociedad Española de Medicina Interna.
Una nueva investigación retrospectiva basada en datos de 14.973 pacientes incluidos en el Registro SEMI-COVID-19 de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) concluye que los pacientes bajo tratamiento crónico con corticoides de forma previa al ingreso hospitalario por COVID-19 tuvieron peor pronóstico durante la hospitalización. El estudio ha sido publicado en el International Journal of Infectious Diseases.
Se evaluaron 14.973 pacientes, de los que 868 (5,8 por ciento) fueron considerados pacientes inmunosuprimidos y 14.105 (94,2 por ciento) no lo fueron. Entre los pacientes inmunosuprimidos, 654 pacientes tenían antecedentes de enfermedad inflamatoria inmunomediada (4,36 por ciento del total) y 214 eran receptores de trasplante de órgano sólido (1,42 por ciento, con 151, 32, 16 y 15 sometidos a trasplante de riñón, hígado, pulmón y corazón, respectivamente). No se incluyeron pacientes con cáncer.
Hubo 1.243 prescripciones de medicamentos inmunosupresores entre los 868 pacientes inmunosuprimidos. Los tratamientos más frecuentes fueron los glucocorticoides (593 pacientes, 68,3 por ciento), seguidos de antimetabolitos como micofenolato, azatioprina y metotrexato (369 pacientes, 42,5 por ciento), inhibidores de la calcineurina (155 pacientes, 17,9 por ciento) e inhibidores de m-TOR (65 pacientes).
En general, la edad media era de 69 años y 8.460 pacientes (56,5 por ciento) eran varones. La tasa de mortalidad hospitalaria fue del 19,1 por ciento (2.857 defunciones). Entre los tratamientos específicos de inmunosupresores crónicos, solo el uso de corticoides al ingreso se asoció a una mayor mortalidad.
Después de realizar ajustes por el uso crónico de glucocorticoides al ingreso en el análisis de supervivencia, el estudio muestra que los receptores de trasplante de órgano sólido presentaron mayor riesgo de mortalidad, mientras que los pacientes con enfermedad inflamatoria inmunomediada tenían un riesgo similar al de la población general sin inmunosupresión.
Además, los pacientes en tratamiento crónico con corticoides antes del ingreso hospitalario por COVID-19 presentaron más complicaciones intrahospitalarias, como síndrome de distrés respiratorio agudo (SDRA) grave, sepsis, shock séptico, insuficiencia renal aguda y síndrome de disfunción multiorgánica. Finalmente, el tratamiento crónico con corticoides sistémicos también se asoció con peores resultados entre los receptores de órgano de trasplante sólido.
Sin embargo, el tratamiento crónico con inhibidores de la calcineurina antes del ingreso hospitalario no se asoció a peores resultados. En particular, la mayoría de los pacientes que recibían esta medicación eran receptores de órgano de trasplante sólido.
Los investigadores destacan que "las terapias inmunosupresoras forman un grupo heterogéneo de fármacos con diferentes perfiles de riesgo de COVID-19 grave y muerte y que, mientras que los corticoides presentan un beneficio bien establecido durante la fase inflamatoria de la COVID-19, el tratamiento crónico con glucocorticoides en el momento del ingreso conlleva un riesgo especial de COVID-19 grave, complicaciones y muerte.
En cualquier caso, los autores precisan que "se necesitan más estudios para aclarar el perfil de COVID-19 en diferentes pacientes inmunosuprimidos y la influencia de fármacos inmunosupresores específicos en sus resultados".
Referencia: Int J Infect Dis. 2021;116:51-58. doi:10.1016/j.ijid.2021.12.327