TRASTORNOS ALIMENTARIOS
En torno al 2-5% de la población se halla afectada por trastorno por atracón alimentario
JANO.es · 11 junio 2014
Esta patología ha sido reconocida como un trastorno con entidad propia dentro de los trastornos alimentarios, ya que antes era diagnosticada como un subtipo de bulimia nerviosa.
Entre un 2 y un 5% de la población padece trastorno por atracón, una patología que consiste en el hábito repetitivo de ingerir grandes cantidades de alimentos de manera rápida, sin tener hambre y a escondidas para calmar la ansiedad y la angustia.
Según ha informado el Hospital de Bellvitge de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona) en un comunicado, el trastorno por atracón ha sido reconocido como un trastorno con entidad propia dentro de los trastornos alimentarios, ya que antes era diagnosticado como un subtipo de bulimia nerviosa.
La diferencia estriba en que los pacientes con trastorno por atracón no presentan conductas compensatorias o de purga, como la autoprovocación del vómito, ayuno, dietas muy restrictivas, ejercicio intenso o ingesta de diuréticos o laxantes. Las personas con trastorno por atracón presentan altos índices de obesidad y tienen una edad media en torno a los 25-40 años.
"En general, estos pacientes muestran más dificultades para gestionar el estrés, son más impulsivos y tienen menos autoestima que las personas con otros trastornos alimentarios, que acostumbran a tener síntomas de depresión y una alta preocupación por su aspecto físico", ha indicado el jefe de la Unidad de Trastornos Alimentarios del Hospital de Bellvitge, Fernando Fernández Aranda, que ha realizado diferentes estudios sobre el trastorno por atracón.
Los estudios de que dispone el Hospital de Bellvitge, muchos de ellos realizados conjuntamente con el Centro de Investigación Biomédica en Red de Obesidad y Nutrición (CIBERobn), ponen de manifiesto que, a pesar de que los pacientes con trastorno por atracón tienen mayor tendencia al abandono del tratamiento, presentan tasas superiores de mejora que los otros trastornos alimentarios una vez finalizada la terapia.
Según el Dr. Fernández Aranda, "este tipo de enfermos desarrollan el trastorno a una edad más tardía y lo sufren durante más tiempo antes de visitar el médico".