MEDICINA DE URGENCIA
JANO.es y agencias · 26 junio 2008
Los expertos abogan por generalizar la formación en las técnicas básicas de RCP a todos los ciudadanos
La población española tiene escasa formación sobre la reanimación cardiopulmonar básica (RCP), "debido a la complejidad de formar a personal en estas técnicas", según señalaron expertos durante el curso de RCP, organizado por la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS) y Laerdal, y que contó con la presencia del director médico de Emergencias del Sescam, Dr. Salvador Espinosa.
"El problema de la formación tradicional es que es cara e incómoda. Requiere que la persona se traslade hasta el sitio donde se imparte el curso, es necesario bastante personal, y los alumnos tienen poco tiempo con los maniquíes, que siempre resultan caros y difíciles de trasladar", advirtió el Dr. Espinosa.
No obstante, abogó por generalizar la formación en las técnicas básicas de RCP a todos los ciudadanos, ya que si se presencia un paro cardíaco, esas maniobras sencillas marcan la diferencia entre que una persona muera en poco tiempo o pueda sobrevivir.
En el mismo sentido, el presidente de ANIS, José Manuel González Huesa, recalcó que los primeros minutos tras la parada son fundamentales para que el paciente se pueda recuperar con las mínimas secuelas posibles. "Es como un reloj de arena que va corriendo, por cada minuto que pasa sin que la sangre bombee por el cuerpo aumentan los riesgos de un daño cerebral", recordó.
La RCP básica consiste en ventilación boca a boca y compresión del tórax, dos sencillas maniobras, para mantener a la víctima viable hasta que llegue la atención sanitaria. Con posterioridad, el personal de emergencias podrá practicar la desfibrilación, una técnica de reanimación eléctrica que será más eficaz si ha habido RCP previa.
Durante el curso se utilizó una novedosa metodología que, a través de un vídeo pedagógico y un maniquí para cada alumno, permite aprender las maniobras claves de la resucitación en 30 minutos. Este nuevo sistema, denominado Mini Anne y desarrollado por Laerdal, permite practicar los tres puntos clave de la resucitación: abrir la vía aérea, respiración artificial y el masaje cardíaco.