GINECOLOGIA
Identifican una proteína que debilita al hongo causante de infecciones vaginales
JANO.es · 28 junio 2010
Se calcula que un 35% de las infecciones mortales que se producen en los hospitales son consecuencia de la acción de este hongo.
Investigadores de la Red Española de Investigación en Patología Infecciosa (REIPI) han identificado una proteína del hongo Candida albicans, causante de la mayor parte de las infecciones vaginales, cuya ausencia lo hace más visible para el sistema inmune, según han explicado en el trabajo publicado en Infection and Inmunity.
Este hongo vive en las mucosas del ser humano y causa infecciones superficiales en la piel o en la mucosa oral o vaginal, siendo esta última probablemente la infección más difundida en el mundo, ya que afecta, al menos una vez en la vida, al 75% de las mujeres en edad fértil.
Asimismo, se estima que este agente constituye la cuarta causa de las infecciones nosocomiales, es decir, las que ocurren en los hospitales, como consecuencia de cirugías, estancias largas en las unidades de cuidados intensivos, nutrición parenteral o del uso de antibióticos de amplio espectro. En este sentido, se calcula que cerca de un 35% de las infecciones mortales que se producen en este ámbito son consecuencia de la acción de este hongo.
En situaciones normales, el sistema inmune no sólo no toma medidas drásticas contra Candida albicans, sino que convive con él sin que haya perjuicio para ninguno.
"Los mecanismos moleculares que sustentan esta convivencia han ido evolucionando conjuntamente. Tanto es así que el hongo ha aprendido a sobrevivir, escondiéndose para no ser reconocido por el sistema inmune, a través de la utilización de una serie de proteínas denominadas MAP quinasas, que son capaces de sentir los cambios que se producen en el huésped y responder a ellos", ha explicado la doctora Elena Fernández-Ruiz, miembro de REIPI.
Disminución de las defensas
Así, "cuando las defensas disminuyen drásticamente, bien por el efecto de los tratamientos inmunosupresores utilizados para evitar el rechazo a un trasplante o por una infección previa por el virus del Sida, Candida albicans es capaz de afectar no sólo a las mucosas, sino de pasar al torrente sanguíneo y causar una infección que se disemina a numerosos órganos del cuerpo", ha señalado.
"La respuesta a este problema se encuentra en la estructura de la pared que cubre a los hongos", ha indicado. Este estudio ha demostrado que esta pared que envuelve al hongo "se altera cuando se elimina la proteína llamada MAP quinasa Cek1, dejando al descubierto una sustancia conocida como betaglucano, que posibilita que el receptor Dectin-1 lo detecte y envíe las señales de alarma necesarias para poner en marcha al sistema inmune, a través de la activación de las células inmunes fagocitarias", ha indicado la especialista.
A pesar de que "este hallazgo permitiría diseñar un tratamiento dirigido específicamente contra la proteína Cek1, anulando su efecto, y por tanto, haciendo al hongo más visible al sistema inmune, la dificultad estriba en que esta familia de proteínas MAP quinasas también existen en humanos y es muy parecida a la de los hongos, por lo que es necesario seguir investigando para evitar que las proteínas humanas se puedan ver afectadas por el tratamiento con estos nuevos fármacos", concluye.