OSTEOPOROSIS
Importancia del cumplimiento terapéutico para la osteoporosis
JANO.es · 14 noviembre 2007
Un nuevo estudio firmado por investigadores canadienses muestra que el hecho de no abandonar la medicación reduce el riesgo de fracturas en pacientes mayores con la enfermedad
La esperanza de vida es uno de los indicadores principales que reflejan los avances de la sanidad. Los últimos datos (INE, 2002) posicionan a las mujeres españolas en los primeros lugares de la UE, con una esperanza de vida de 83,0 años, frente a los 76,4 años de los varones en la misma situación. También las cifras de Eurostat (2005) muestran que nuestra esperanza de vida se encuadra entre las más altas de la UE y del mundo: la femenina (83,6 años) se sitúa en primer lugar. Los varones por su parte ocupan el segundo lugar, por detrás de Suecia, con 76,9 años.
Esta longevidad se ha incrementado de forma espectacular durante todo el siglo XX. La esperanza de vida en 1900 era de 34,8 años, mientras que en la actualidad se sitúa en 79,7 años. El principal factor de esta ganancia de años es el descenso de la mortalidad infantil. La mayoría de los españoles recién nacidos ahora celebrará su 65 cumpleaños. A principio del siglo XX sólo un 26% de los nacidos lo conseguía; en las condiciones de mortalidad actuales, de 100 nacidos más de 87 alcanzarán la vejez (92 de cada 100 mujeres y 82 en el caso de varones).
A principio de siglo XX una persona que cumpliese 65 años esperaba vivir otros 9 años adicionales, ahora viviría 18,9 años. Además, el porcentaje de personas que habiendo superado el umbral de los 65 años espera cumplir los 90 ha pasado de 2 a 22 entre 1930 y 1998. Un auténtico éxito de supervivencia. Si hace 4 décadas las cohortes ganaban años de vida sobre todo gracias al descenso de la mortalidad infantil, en los últimos 15 años se ha producido un descenso mayor de la mortalidad entre las personas de 60-80 años, provocando que las personas más mayores vivan más años. Así, la esperanza de vida a los 65 años ganó un 24,5% entre 1970 y 1998-99, mientras que la esperanza de vida general, al nacer, lo hizo sólo un 8,7%.
La vejez es ahora más importante, estadísticamente hablando, pues a los 65 años a una persona aún le queda un 23,7% de su vida por vivir (22 si es varón y 24,9 si es mujer), es decir, casi una cuarta parte de su vida total.