OBESIDAD
JANO.es · 02 abril 2009
Aun así, las mejoras en la presión arterial, la masa muscular, la densidad mineral ósea, la capacidad pulmonar y la flexibilidad justifican su inclusión
Un reciente estudio desarrollado por investigadores del BC Children's Hospital de Vancouver (Canadá) y publicado en la revista Canadian Medical Association Journal (doi:10.1503/cmaj.080966), señala que los programas de acondicionamiento físico mejoran muchos aspectos de la salud infantil, pero no parecen combatir la obesidad.
Las mejoras en la presión arterial, la masa muscular, la densidad mineral ósea, la capacidad pulmonar y la flexibilidad son algunos de los beneficios que han experimentado los más de 18.000 estudiantes que participan en “intervenciones de actividad física” en sus escuelas. Sin embargo, el programa no ha reducido de manera notoria el índice de masa corporal (IMC), una medida común de la obesidad de los niños.
Los autores sugirieron que la incapacidad para reducir los IMC podría deberse a que los programas no ofrecieron suficiente actividad vigorosa o a que otros factores externos podrían haber tenido mayores efectos sobre el peso. Pero como refiere el Dr. Kevin Harris, investigador principal del estudio, “los beneficios de salud generales del programa todavía justifican su inclusión en los currículos escolares, aun si no reducen la obesidad”.
El índice de obesidad infantil en los Estados Unidos, se ha triplicado en los últimos 40 años y están ocurriendo casos similares en Canadá y la mayor parte de Europa.