TIC
Internautas de 95 países telediagnostican la malaria a partir de un juego online
JANO.es · 03 diciembre 2012
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid confirman el éxito de MalariaSpot, un programa de telediagnosis en el que los jugadores disponen de un minuto para efectuar el recuento de parásitos en una muestra de sangre digitalizada.
Una investigación pionera ha constatado la viabilidad del telediagnóstico de malaria a partir de una comunidad de voluntarios formados en la identificación del parásito en muestras de sangre digitalizadas. El estudio, que acaba de ser publicado en Journal of Medical Internet Research, ha sido dirigido por Miguel Luengo-Oroz, investigador de la Universidad Politécnica de Madrid-CEI Moncloa, en colaboración con John Frean, experto en malaria del Instituto de Enfermedades Comunicables de Sudáfrica, y Asier Arranz, programador español.
La manera habitual de diagnosticar la malaria requiere que un especialista confirme la presencia y el tipo de parásitos en una muestra de sangre, y realice el recuento de los mismos, una operación que puede llevar más de 20 minutos.
Esta investigación ha consistido en llevar a cabo ese recuento mediante un juego online, el MalariaSpot, en el que los internautas disponen de un minuto para localizar parásitos en muestras infectadas.
“La idea fundamental es que, combinando los clics de varios voluntarios no expertos que juegan analizando la misma imagen, podemos obtener un recuento de parásitos de gran precisión”, explica Luengo-Oroz. Durante un mes, voluntarios anónimos de 95 países jugaron más de 12.000 partidas al MalariaSpot, lo que dio lugar a una base de datos de 270.000 clics en imágenes con parásitos.
El análisis de estos datos ha revelado que tan sólo se requieren 22 voluntarios sin experiencia o 13 voluntarios entrenados durante un minuto para obtener un recuento de parásitos tan preciso como el de un experto microscopista.
El equipo está preparando la siguiente fase de la investigación, que consistirá en un experimento en tiempo real en una clínica rural de una región afectada, así como en la ampliación de la red de colaboradores. A este respecto, Luengo-Oroz afirma que “si los resultados continúan siendo positivos, podemos imaginar un sistema rápido de diagnosis remota con posibilidades de expansión a escala global. Distribuiríamos muestras de sangre digitalizadas a través de internet, y cada teléfono móvil sería un microscopio low cost".