CARDIOLOGÍA
JANO.es · 29 diciembre 2011
Un experto incide en que la persona que se encuentre con el paciente infartado debe llamar al 061 y, guiada por los consejos de un profesional, realizar un masaje cardíaco.
Cuando una persona sufre una parada cardiorrespiratoria, las personas que están a su alrededor deben avisar a los profesionales y aplicar, mientras tanto, compresiones torácicas, para que el afectado pueda recuperarse, advierte el doctor Manuel Prego, coordinador médico del Servicio de Urgencias del Hospital USP Santa Teresa. Una de cada tres personas que sufre un infarto de miocardio muere antes de llegar al hospital.
"Los primeros minutos son fundamentales para que la persona pueda salvar la vida. Por cada minuto que transcurre, disminuyen un 10% las posibilidades de supervivencia y, al cabo de diez minutos, las posibilidades de reanimarla son nulas", explica Prego, en declaraciones a Europa Press.
Este experto incide en que "las personas pueden y deben intervenir", llamando al número 061 y recabando consejos de actuación de los "profesionales experimentados". Entre estos consejos, se encuentra el de realizar comprensiones torácicas, que, a su juicio, ayudan de "manera enorme" a que esa persona pueda salir con vida. "Sin esta acción no podemos hacer una reanimación exitosa porque no nos da tiempo", apostilla Prego.
Existen personas, cuenta este especialista, que tienen miedo a que estas acciones provoquen daño en el paciente. En este sentido, Prego señala que, a pesar de que estos 'masajes' tienen que ser realizados sobre personas que han perdido la conciencia y no tienen pulso, si se hace en caso de que lo tengan, no pasa nada.
Prego explica que, momentos antes de experimentar un infarto, la persona sufre un "deterioro tremendo" de su estado general, llegando incluso a perder el conocimiento. En relación a la recuperación de las personas que consiguen salvarse, este experto apunta a un estilo de vida "muy sano", un control de los factores de riesgo, así como revisiones médicas "exhaustivas". Después, prosigue, "la recaída depende de la patología previa" y de las medidas que se tomen.
La parada cardíaca súbita, responsable de más del 60% de las muertes por enfermedades de corazón en adultos, se produce en personas con una "patología de base", como diabetes o colesterol, informa el médico. En este sentido, señala que el primer día del año se producen muchas paradas cardiorrespiratorias, en parte por el "desfase" propio de estas fiestas en personas con problemas de base. "Al no cuidarse se acentúan los síntomas", añade.
Por último, Prego alerta de que, en general, "los infartos están aumentando" aunque no la mortalidad, porque sus síntomas "se reconocen antes y se tratan mejor".