CARDIOLOGÍA
La aplicación de la ingeniería de procesos mejora la gestión asistencial del síndrome coronario agudo
Carla Nieto. Madrid · 27 junio 2013
Un estudio de Astra Zeneca y la Fundación IE pone en evidencia la escasez de checklist (mediciones), una de las asignaturas pendientes en los procesos hospitalarios.
Bajo el título 'Más rápido, más eficiente y mejor: un estudio asistencial de pacientes con Síndrome Coronario Agudo', AstraZeneca y la Fundación IE han llevado a cabo una investigación destinada a identificar las áreas de mejora en la gestión sanitaria del proceso asistencial de pacientes con síndrome coronario agudo (SCA), causante de aproximadamente el 10% de las muertes que se producen en nuestro país.
El estudio se ha desarrollado en base a las experiencias y recomendaciones efectuadas por especialistas en Cardiología del Hospital Clínico de Madrid, y se ha focalizado en el proceso asistencial del SCA, atendiendo a dos tipos de pacientes, con y sin elevación del segmento ST en sus electrocardiogramas. A ambos se les monitorizó durante todo su recorrido por el proceso asistencial.
Tal y como explicó el director de relaciones institucionales de AstraZeneca, Alfonso Rodríguez, “este estudio analiza el camino que recorre el paciente desde el principio de la actuación médica, analizando todos los pasos que se dan en el hospital y la coordinación entre los distintos servicios asistenciales. Para llevarlo a cabo se ha aplicado una metodología innovadora en el ámbito sanitario, la ingeniería de procesos, lo que permite ampliar el espectro de actuación: no se valoran solo los aspectos técnicos o asistenciales, sino también la interrelación entre los distintos servicios, los sistemas de información, etc. Este proceso asistencial presenta una regularidad que permite que pueda estudiarse aplicando esta metodología”.
El coordinador principal del estudio, Fabrizio Salvador, academic advisor de la Fundación IE, explicó la forma en la que se ha realizado la investigación y las principales conclusiones arrojadas por la misma. “Uno de los aspectos que ha puesto en evidencia esta investigación es la falta de integración de los sistemas y la escasez de checklist (mediciones), que es una de las asignaturas pendientes en los procesos hospitalarios. También ha permitido definir otras áreas de actuación con potencial impacto en la mejora del proceso, y en base a ellas se han podido elaborar una serie de recomendaciones tanto a corto como a largo plazo”, afirmó Salvador.
Entre las recomendaciones a corto plazo, los autores del estudio proponen la introducción de sistemas visuales para fomentar la conciencia sobre la importancia de utilizar datos clínicos para garantizar la agilidad y la seguridad en el alta del paciente; la identificación de responsables del proceso, que sean capaces de mantener una visión global e integral de los pacientes; y la formación de todo el personal en las mejores prácticas de auto-organización de sus tareas. A largo plazo, se recomienda integrar los sistemas de información del hospital y de cardiología en una única plataforma y estrechar la colaboración con las consultas externas y Atención Primaria.
“Las conclusiones de este estudio constatan que es perfectamente factible conjugar el binomio calidad asistencial y eficiencia con plenas garantías, y que la suma de la eficacia clínica, la satisfacción del paciente y la eficiencia (en el sentido de tiempo de hospitalización), genera flujo de caja”, comentó Salvador.
Para el doctor Antonio Fernández Ortiz, jefe de la Unidad Coronaria del Hospital Clínico, “este estudio ha puesto de manifiesto la importancia de que los profesionales tengamos en cuenta el punto de vista de los pacientes y sus familiares y, también, que muchas de las mejoras propuestas se pueden implementar sin grandes costes”.
Por su parte, el doctor Carlos Macaya, jefe del Servicio del Instituto de Cardiología del mismo hospital, comentó que “esta investigación nos ha enseñado que el manejo del paciente tiene que cambiar en el sentido de que en vez de analizar sólo el acto médico concreto hay que tener en cuenta todo el proceso, desde el primer contacto que el paciente tiene con los servicios asistenciales a través del teléfono hasta el alta hospitalaria y, también, el seguimiento posterior en Atención Primaria”.