NEUMOLOGÍA
JANO.es · 21 junio 2011
Los pacientes que sufren dos o más exacerbaciones al año integrarían el llamado fenotipo agudizador, de peor pronóstico.
Los pacientes que presentan dos o más exacerbaciones de EPOC al año forman un grupo que se enmarcan dentro del llamado ‘fenotipo agudizador’, y podrían necesitar un tratamiento diferencial debido a que presentan un peor pronóstico, una peor calidad de vida y una mayor mortalidad. Ésta es una de las conclusiones que expuso el Dr. Juan José Soler, presidente de la Sociedad Valenciana de Neumología y director del Plan de Salud en EPOC de esta comunidad, en el marco de la Reunión Anual del Grupo de Respiratorio de Atención Primaria (GRAP).
El fenotipo agudizador en EPOC es aquel que presenta dos o más exacerbaciones separadas entre sí al menos 6 semanas en el período de un año. “La inflamación es probablemente el mecanismo subyacente más importante en el paciente 'agudizador'”, explicó el Dr. Soler. El presidente de la Sociedad Valenciana de Neumología señaló que estos pacientes “tienen mayor inflamación tanto local como sistémica respecto a los pacientes con EPOC que presentan escasas agudizaciones”.
La frecuencia, la gravedad y la duración de las exacerbaciones influyen en la progresión de la enfermedad. "Aquellas agudizaciones que precisan asistencia hospitalaria y que, por tanto, son más graves, tienen mayor repercusión sobre el paciente", afirmó el Dr. Soler, quien, además, señaló que es importante distinguir una agudización de lo que es una recaída o un fracaso terapéutico. “En ocasiones” precisó, “el paciente, sin estar recuperado, sufre un empeoramiento clínico (recaída) y en otras no llega a mejorar en absoluto (fracaso terapéutico). Antes esto se consideraba una segunda agudización; sin embargo, es importante reconocer que no es así, y que en realidad se trata de la misma agudización que por algún mecanismo no llega a resolverse”.
Heterogeneidad en la EPOC
La EPOC es una enfermedad muy heterogénea y por ello, como explicó el Dr. Soler, “no es posible categorizarla utilizando un único marcador de la enfermedad, como el FEV1, sino que su heterogeneidad se explica mejor bajo el concepto de fenotipo clínico”, es decir, un conjunto de características de la enfermedad que permite agrupar a los pacientes. En función de sus distintas características, tendrán una progresión distinta de la enfermedad, distinto estado de salud y distinta mortalidad.
La definición de estos fenotipos en la EPOC podría ayudar a identificar características diferenciales de los pacientes que permitan identificar tratamientos personalizados. Por ello, el futuro inmediato pasa por caracterizar la heterogeneidad de la EPOC orientando toda la estrategia hacia los fenotipos clínicos. “El futuro pasa por personalizar el tratamiento”, concluyó el Dr. Soler.