EPIDEMIOLOGÍA
La cifra de afectados por la hipertensión se ha duplicado en todo el mundo en los últimos 30 años
The Lancet · 26 agosto 2021
Casi la mitad de las personas hipertensas desconocen su condición y más de la mitad no han recibido tratamiento, según un artículo publicado en 'The Lancet', que ha analizado los datos de más de 1.200 estudios.
Según un artículo publicado en The Lancet, a pesar de ser fácil de diagnosticar y relativamente fácil de tratar con medicamentos de bajo coste, casi la mitad de las personas (el 41 por ciento de las mujeres y el 51 por ciento de los hombres) con hipertensión en todo el mundo en 2019 desconocían su condición; y más de la mitad de las mujeres (53 por ciento) y los hombres (62 por ciento) con hipertensión no han sido tratados. A nivel mundial, la presión arterial estaba controlada en menos de una de cada 4 mujeres y uno de cada 5 hombres con hipertensión.
Las grandes mejoras en las tasas de tratamiento y control observadas en algunos países de ingresos medios, como Costa Rica, Kazajstán, Sudáfrica, Brasil, Turquía e Irán, en las últimas tres décadas demuestran que la ampliación de la cobertura sanitaria universal y el fortalecimiento de la atención primaria han sido fundamentales para mejorar la atención a la hipertensión y reducir la carga de esta enfermedad. Algunos de estos países, como Costa Rica, han logrado tasas de tratamiento y control tan buenas o mejores que las de muchos países de ingresos altos.
Los autores recuerdan que la hipertensión arterial está directamente relacionada con más de 8,5 millones de muertes al año en todo el mundo y es el principal factor de riesgo de ictus, cardiopatía isquémica, otras enfermedades vasculares y enfermedades renales. Reducir la presión arterial puede reducir el número de ictus en un 35-40 por ciento, los infartos de miocardio en un 20-25 por ciento y la insuficiencia cardíaca en un 50 por ciento, aproximadamente.
"A pesar de los avances médicos y farmacológicos de las últimas décadas, el progreso mundial en el tratamiento de la hipertensión ha sido lento, y la gran mayoría de las personas con hipertensión siguen sin tratamiento, con grandes desventajas en los países de ingresos bajos y medios", afirma Majid Ezzati, del Imperial College London (Reino Unido), autor principal del estudio.
"Nuestro análisis ha revelado la existencia de buenas prácticas en el diagnóstico y tratamiento de la hipertensión no solo en los países de renta alta, sino también en los de renta media –prosigue-. Estos éxitos demuestran que la prevención de la hipertensión y la mejora de su detección, tratamiento y control son factibles en los entornos de ingresos bajos y medios si los donantes internacionales y los gobiernos nacionales se comprometen a abordar esta importante causa de enfermedad y muerte".
"Para frenar la creciente epidemia de hipertensión arterial en los países de ingresos bajos y medios, es preciso financiar y aplicar políticas que permitan a los habitantes de los países más pobres acceder a alimentos más saludables; en particular, reducir el consumo de sal y hacer que la fruta y las verduras sean más asequibles y accesibles, así como mejorar la detección mediante la ampliación de la cobertura sanitaria universal y la atención primaria, y garantizar el acceso ininterrumpido a medicamentos eficaces", añade el investigador.
La Colaboración de Factores de Riesgo de Enfermedades No Transmisibles (NCD-RisC) analizó los datos de 1.201 estudios representativos de la población, en los que participaron 104 millones de personas de 184 países (que cubren el 99 por ciento de la población mundial). Los autores solo utilizaron datos de estudios que habían medido la presión arterial para evitar los sesgos de los datos autodeclarados.
Se utilizaron modelos para estimar la prevalencia de la hipertensión y la proporción de personas con hipertensión que tenían un diagnóstico previo, que tomaban medicación antihipertensiva y cuya hipertensión estaba controlada por debajo de 140/90 mmHg, por país, año y edad.
Aunque el estudio proporciona las primeras estimaciones comparables de la prevalencia, el diagnóstico, el tratamiento y el control de la presión arterial en adultos para todos los países del mundo, puede verse afectado por la falta de datos en algunos países, especialmente en Oceanía y el África subsahariana.
Estancamiento de la prevalencia mundial
Si bien la prevalencia mundial estandarizada por edad en adultos ha permanecido prácticamente sin cambios en los últimos 30 años -con alrededor de un tercio de la población adulta mundial que vivía con hipertensión en 1990 (32 por ciento en mujeres y 32 por ciento en hombres) y en 2019 (32 por ciento en mujeres y 34 por ciento en hombres)-, las tasas han disminuido considerablemente en los países de ingresos altos (por ejemplo, Alemania, España, Canadá, Suiza y el Reino Unido), pero han aumentado o permanecido sin cambios en muchos países de ingresos bajos y medios, especialmente en los de Oceanía.
Canadá y Perú tenían la proporción más baja de personas con hipertensión en 2019, alrededor de una de cada 4. Taiwán, Corea del Sur, Japón y algunos países de Europa occidental, incluidos Suiza, España y el Reino Unido, tenían las tasas de hipertensión más bajas en mujeres (menos del 24 por ciento), mientras que Eritrea, Bangladesh, Etiopía y las Islas Salomón tenían las tasas más bajas en los hombres (menos del 25 por ciento).
En el otro extremo, más de la mitad de las mujeres tenían hipertensión en Paraguay y Tuvalu en 2019; y más de la mitad de los hombres en Argentina, Paraguay, Tayikistán y varios países de Europa central y oriental (Hungría, Polonia, Lituania, Rumanía, Bielorrusia y Croacia).
Lento despliegue del tratamiento y el control global en las naciones más pobres
El tratamiento y el control han mejorado en la mayoría de los países desde 1990, con mejoras particularmente grandes (más de 30 puntos porcentuales) observadas en países de ingresos altos como Canadá, Islandia y Corea del Sur (donde los niveles de tratamiento fueron superiores al 70 por ciento; y las tasas de control fueron superiores al 50 por ciento en 2019), y en varios países de ingresos medios y altos como Costa Rica -donde más del 65 por ciento de los adultos con hipertensión fueron tratados y casi la mitad tenían su condición controlada en 2019.
Sin embargo, ha habido pocos cambios en los países de ingresos bajos y medios de África subsahariana y Oceanía, Nepal e Indonesia -donde menos de una cuarta parte de las mujeres y menos de una quinta parte de los hombres con hipertensión estaban siendo tratados en 2019, y menos del 10 por ciento tenían la presión arterial bien controlada.
"Las bajas tasas de detección y tratamiento que persisten en las naciones más pobres del mundo, junto con el creciente número de personas que tienen hipertensión, trasladarán una parte cada vez mayor de la carga de las enfermedades vasculares y renales al África subsahariana, Oceanía y el sur de Asia -advierte la coautora Leanne Riley, de la OMS-. Hay que acelerar la mejora de la capacidad de estos países para detectar y tratar la hipertensión en el marco de la atención primaria y la cobertura sanitaria universal".
Referencia: Lancet. 2021. doi: 10.1016/S0140-6736(21)01330-1