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La coenzima Q10 mejora el rendimiento físico

JANO.es · 14 abril 2008

Conocida también como ubiquinona, es una sustancia que produce el organismo y que utiliza de forma natural para el desarrollo celular

En torno a 50 de los hasta 200 millones de diabéticos de todo el mundo padecen edema macular o retinopatía diabética —la causa principal de ceguera en la población en edad laboral—. Situación que, además y como explicó el Dr. Paul Mitchell, profesor de la Facultad de Oftalmología de la Universidad de Sydney (Australia), “se agravará significativamente en el futuro, dado que dos terceras partes de los pacientes sufrirá retinopatía diabética en los próximos 10 años. Todo ello sin olvidar el notable incremento que experimentará la prevalencia de la diabetes en las próximas 2 décadas. En consecuencia, el desarrollo de alternativas eficaces a los actuales tratamientos, caso de una terapia con láser que no logra una mejoría de la visión, se presenta crucial”.

En este contexto, debe resaltarse el papel del fenofibrato, el primer hipolipemiante que, como muestran las nuevas pruebas derivadas del ensayo clínico FIELD (The Fenofibrate Intervention and Event Lowering in Diabetes), induce una protección eficaz de la visión de los pacientes con diabetes mellitus. Es más, el análisis de los resultados del FIELD, publicado en la edición digital de la revista The Lancet (DOI:10.1016/S0140- 6736(07)61607-9) y presentado en Orlando (EE.UU.) en la Reunión Anual de la Asociación Americana de Cardiología (AHA), ha confirmado el efecto protector que, frente a placebo y tanto a nivel microvascular —regresión del 14% de la nefropatía diabética y disminución en un 38% de la necesidad de amputaciones no traumáticas— como macrovascular —reducción del 26% del riesgo de episodios cardiovasculares—, induce la administración de fenofibrato.

Las nuevas evidencias del FIELD derivan del análisis de los resultados que, presentados hace ya 2 años, mostraban que el tratamiento con fenofibrato se asociaba con una menor necesidad de tratamiento con láser en la población diabética. En palabras del Dr. Anthony Keech, investigador principal del estudio y profesor de Medicina, Cardiología y Epidemiología de la Universidad de Sydney, “los resultados iniciales del FIELD venían condicionados por el elevado porcentaje de pacientes del grupo placebo tratados con estatinas. Por tanto, se hacía necesario una evaluación posterior de los datos”. Y el nuevo análisis ha constatado que el tratamiento con fenofibrato reduce la necesidad de terapia con láser en un 30% para la retinopatía proliferativa y en un 31% para la maculopatía. En total, el número de tratamientos con láser se ve disminuido en un 37%.

Beneficios consistentes

Asimismo, el subestudio llevado a cabo con 1.012 participantes del FIELD —la muestra inicial se elevó hasta 9.795 pacientes— en los que se han repetido los exámenes oculares ha mostrado una reducción del 79% de la progresión de retinopatía diagnosticada y una disminución del 34% del parámetro combinado compuesto por la necesidad de tratamiento con láser, la progresión de retinopatía y el desarrollo de edema macular.

Por todo ello, el tratamiento con fenofibrato, como indicó el Dr. Keech, “se presenta como una importante opción terapéutica para los pacientes con retinopatía diabética, una opción que hasta el momento quedaba sobre todo restringida a un tratamiento con láser que, además de inasequible en muchos países, puede conllevar, entre otros muchos efectos adversos, una pérdida de campo visual”.

Vacío terapéutico

Además de la terapia convencional con láser —un procedimiento que, en opinión de muchos especialistas, no puede llegar a considerarse como tratamiento al corresponderse con una técnica meramente destructiva—, el abordaje de la retinopatía diabética también contempla intervenciones como la vitrectomía y las modernas inyecciones intraoculares de anti-VEGF. Pero como recordó el Prof. Mitchell, “la primera resulta útil en fases muy avanzadas, pero no proporciona una agudeza visual significativa. Y las inyecciones, además de presentar problemas, resultan muy molestas para los pacientes al tener que administrarse cada mes”.

En definitiva, como concluyó el Dr. Frank Sacks, profesor de Prevención de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard (EE.UU.), “necesitamos una terapia preventiva para la retinopatía y el resto de problemas microvasculares… y los beneficios asociados con el tratamiento con fenofibrato son claramente consistentes en el estudio FIELD”.

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