UROLOGÍA
La combinación de acetato de abiraterona y prednisolona añadida a la terapia habitual mejora la supervivencia en el cáncer de próstata
ESMO · 14 octubre 2021
Una nueva combinación de fármacos ya aprobados prolonga la supervivencia de los pacientes con cáncer de próstata sensible a las hormonas y a la castración, según una investigación presentada en el Congreso de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO) 2021.
Los estudios PEACE-1 y STAMPEDE muestran que la combinación de acetato de abiraterona más prednisolona (AAP) a la terapia habitual prolonga la supervivencia en comparación con la terapia habitual sola.
"Los resultados tienen el potencial de ser útiles para el tratamiento de la enfermedad. Podrían ser implementados en nuestra práctica diaria de inmediato, ya que no tenemos que esperar a la aprobación de un nuevo medicamento. Los resultados, claramente positivos, son tranquilizadores y deberían convencer a los pacientes y a los médicos para que intensifiquen el tratamiento de los pacientes con cáncer de próstata metastásico y localmente avanzado de alto riesgo, sensible a las hormonas y a la castración, desde el principio. Espero que este tipo de intensificación del tratamiento se implemente como norma de cuidado", ha comentado la presidenta de Oncología Urológica Interdisciplinaria del Departamento de Urología de la Charité Universitätsmedizin de Berlín (Alemania), Maria De Santis.
Para los hombres con cáncer de próstata metastásico, la terapia de privación de andrógenos (TPA) fue el estándar de atención durante décadas. En 2015, se demostró que el docetaxel mejoraba la supervivencia cuando se añadía a la TPA, y en 2017 también se demostró que la abiraterona mejoraba la supervivencia cuando se añadía a la TPA.
Sin embargo, hasta ahora se desconocía si uno o ambos agentes debían añadirse a la TPA para lograr los mejores resultados. El estudio PEACE-1 descubrió que el uso de tres fármacos por adelantado es mejor que solo dos en los pacientes con cáncer de próstata metastásico, no solo para posponer la progresión del cáncer sino también para prolongar la supervivencia. Cuando se añadió AAP a la TPA y al docetaxel, los pacientes experimentaron una reducción adicional del 25 por ciento del riesgo de muerte en comparación con la TPA y el docetaxel solos.
"PEACE-1 es el primer ensayo que establece que este tratamiento triple debe ofrecerse a estos pacientes, especialmente a los que presentan los cánceres más agresivos con múltiples metástasis. Además, los efectos secundarios adicionales con la combinación fueron en su mayoría leves, con muy pocos efectos secundarios graves", detalla el líder del estudio, Karim Fizazi, e la Universidad de París-Saclay en Villejuif (Francia).
En el caso de los hombres con cáncer de próstata metastásico de alta carga, el tratamiento con los tres fármacos utilizado en PEACE-1 proporcionó 2,5 años adicionales sin progresión del cáncer y aproximadamente 18 meses adicionales de vida. "Por primera vez, estos hombres pueden esperar vivir más de 5 años, mientras que antes de 2015 su supervivencia media era inferior a 3 años. En 2022 los tres tratamientos serán medicamentos genéricos, lo que debería mejorar el acceso de los pacientes en todo el mundo", añade.
STAMPEDE se centró en el cáncer de próstata no metastásico pero de alto riesgo. Aproximadamente el 20 por ciento de los cánceres de próstata localizados son de alto riesgo en el momento del diagnóstico, pero representan la mayor parte de las recaídas y, en consecuencia, de las muertes en esta población.
La privación de andrógenos se administra durante 2 o 3 años y su combinación con radioterapia local en la próstata y la pelvis mejora la esperanza de vida. La adición de tratamientos como la quimioterapia con docetaxel se ha probado y ha demostrado que prolonga el tiempo hasta la recaída, pero no prolonga la supervivencia.
El ensayo descubrió que, a los 6 años, los pacientes que habían recibido el tratamiento estándar más la AAP durante 2 años presentaban un aumento de la supervivencia sin metástasis del 69 al 82 por ciento, una mejora de la supervivencia global del 77 al 86 por ciento y una mejora de la supervivencia específica del cáncer de próstata del 85 al 93 por ciento, en comparación con el tratamiento habitual solo.