PUBLICADO EN 'JOURNAL OF THE AMERICAN MEDICAL ASSOCIATION''
La contaminación perjudica la salud incluso en niveles bajos y a corto plazo
JANO.es · 27 diciembre 2017
Un estudio de la Universidad de Harvard vincula directamente la polución con un aumento de muertes prematuras entre los mayores, incluso cuando esos niveles están dentro de los márgenes considerados seguros para la población.
Una investigación de la Universidad de Harvard sobre datos recopilados durante 13 años vincula directamente la polución con un aumento de muertes prematuras entre los mayores, incluso cuando esos niveles están dentro de los márgenes que las autoridades ambientales de ese país consideran seguros para la población. Los detalles del estudio se publican en Journal of American Medical Association.
"Hemos visto que la tasa de mortalidad crece casi linealmente a medida que aumenta la contaminación del aire. Cualquier nivel de polución, con independencia de lo bajo que sea, es dañino para la salud humana", asegura Francesca Dominici, profesora de bioestadística, codirectora de la Iniciativa de Datos Científicos de Harvard y coautora de la investigación, la mayor que se ha realizado en Estados Unidos sobre los efectos de la polución a corto plazo.
Un estudio anterior, publicado el pasado mes de junio y en el que participaron algunos de los mismos autores, concluyó que la exposición a aire contaminado a largo plazo estaba vinculada a un incremento de muertes prematuras, también cuando los niveles de polución están por debajo de los estándares nacionales que se fijan para establecer límites.
En esta ocasión, los científicos de Harvard se centraron en medir los efectos de dos de los grandes enemigos para la salud que están en el aire: las partículas en suspensión de menos de 2,5 micras (PM2,5), que tienen su origen principalmente en las emisiones contaminantes de los vehículos diésel, y el ozono, un contaminante generado por una serie de reacciones químicas en las que intervienen la radiación solar, los óxidos de nitrógeno y los compuestos orgánicos volátiles emitidos por el tráfico, la industria y las calefacciones. Anteriores estudios habían vinculado las partículas en suspensión y el ozono con un aumento de las tasas de mortalidad.
Por un lado, los científicos calcularon la exposición de la población de Estados Unidos a aire contaminado (utilizando modelos que ofrecen estimaciones precisas de las partículas en suspensión PM2,5 y del ozono de la mayor parte del país, incluyendo zonas que no están monitorizadas). Después, relacionaron esos datos de polución con los de mortalidad de toda la población Medicare de Estados Unidos que reside en 39.182 distritos postales (un 93% del total). El periodo estudiado fue del año 2000 al 2012.