GERIATRÍA Y GERONTOLOGÍA
JANO.es · 09 enero 2012
Detrás de esta carencia suele haber problemas como la pérdida de piezas dentarias, la dificultad para tragar, la ingesta de fármacos y la pérdida de apetito.
La Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) advierte de que la crisis económica, la soledad, la falta de apetito y la pereza provocan que hasta una de cada cinco personas mayores que viven solas en sus hogares esté en riesgo de desnutrición, al ingerir menos de 1.000 kilocalorías diarias.
Según explica el geriatra del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, Federico Cuesta Triana, en general, se consideran necesarias unas 25-35 kilocalorías por kilo de peso y día.
De este modo, y teniendo en cuenta un peso medio de 70 kilos, cada anciano debería ingerir unas 2.100 kilocalorías diarias, aunque podrían ser necesarias hasta 2.500 o incluso más.
El doctor Cuesta asegura que detrás de esta desnutrición puede haber algunos problemas de salud que son comunes en la edad geriátrica, como la pérdida de piezas dentarias, la dificultad para tragar, la ingesta de fármacos y la pérdida de apetito. No obstante, añade, también influyen factores sociales como la soledad.
Para evitar esta posible desnutrición, la SEGG aconseja que se mantengan al menos las tres comidas fundamentales, añadiendo algo a media mañana y tras la cena antes de acostarse, y, en caso de padecer alguna enfermedad, intentar mantener el aporte total reduciendo el aporte de cada toma pero incrementando su frecuencia.
En cuanto a los alimentos, recomienda el consumo de carnes preparadas de forma que se facilite su masticación; pescados preparados al vapor, cocidos o a la plancha para facilitar la retirada de espinas; huevos, tanto cocidos como en tortilla; y verduras y legumbres en forma de puré.