HEPATOLOGÍA
JANO.es · 14 abril 2011
El grupo de Oncología Hepática del Hospital Clínic de Barcelona, liderado por el Dr. Jordi Bruix, celebra sus 25 años de existencia.
El cáncer de hígado es la tercera causa de muerte en el mundo por cáncer, con más de 600.000 casos anuales. Se ha caracterizado históricamente por una mortalidad elevada y por la ausencia de terapias eficaces, debido a que se detectaba en estadios tardíos. Hoy la realidad es muy distinta, pues la ecografía de alta sensibilidad permite detectar el tumor en una fase muy temprana, cuando apenas mide 2 cm. El Barcelona Clinic Liver Cancer (BCLC) ha sido pionero en el diagnóstico precoz, los tratamientos mínimamente invasivos, las terapias endovasculares y, finalmente, ha liderado los tratamientos de los casos avanzados con medicamentos antiangiogénicos. Los resultados obtenidos por la cirugía, realizada en ocasiones por vía laparoscópica, y el trasplante cuando está indicado, completan las opciones terapéuticas. La clasificación aportada por el BCLC a la comunidad internacional permite adecuar el mejor tratamiento a cada paciente. El BCLC, que es reconocido por la comunidad internacional por sus numerosas aportaciones en epidemiología, diagnóstico y tratamiento del cáncer de hígado, celebra hoy sus 25 años de vida al frente de una enfermedad cada vez más tratable.
El equipo de Oncología Hepática del Clínic, liderado por el Dr. Jordi Bruix, ha presentado con motivo del 25 aniversario los principales logros y retos de futuro a los que se enfrenta para abordar de forma integral esta enfermedad. La clave del éxito radica en el trabajo coordinado de hepatólogos, radiólogos, patólogos, cirujanos y oncólogos, capaces de aplicar todas las terapéuticas posibles en las distintas fases del tumor: Un dato a destacar es que hace 20 años las lesiones tumorales eran tratables de forma curativa en un 10% de los casos, y hoy lo son en un 40%, gracias al avance de las técnicas de imagen y los nuevos tratamientos desarrollados. Los restantes pacientes reciben terapias que, sin ser curativas, permiten aumentar la supervivencia y controlar el avance de la enfermedad. La aplicación de tratamientos de ablación o quirúrgicos permiten, en ocasiones, retrasar la necesidad de un trasplante.
Durante sus 25 años de vida el BCLC ha tenido un papel destacado en varios de los estudios que han cambiado el paradigma del carcinoma hepatocelular, entre los que destacan el primer estudio sobre el papel de la infección por virus de la hepatitis C como causa del cáncer de hígado y su importancia en nuestra área geográfica; la elaboración de criterios de diagnóstico no invasivos que evitan la realización de biopsias; evaluación de nuevas técnicas de imagen que permiten establecer el diagnóstico y evaluar la eficacia terapéutica; demostración de la eficacia de la ablación percutánea con la definición de los candidatos óptimos para asegurar un beneficio en la supervivencia; establecimiento de criterios para trasplante hepático (cadáver y la donación de vivo), la gestión de la lista de espera y la predicción del resultado; o la demostración de los beneficios de sorafenib para el tratamiento del carcinoma hepatocelular avanzado en un ensayo multicéntrico internacional dirigido desde el BCLC. Hasta este descubrimiento, no había ninguna terapia efectiva para estos pacientes en etapa avanzada y, actualmente, esta opción permite un gran impacto sobre la supervivencia de los pacientes. Actualmente sorafenib es el estándar de la atención y la espina dorsal de varios ensayos de investigación.