Según las conclusiones de un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica) y publicado en el último número de la revista Diabetes Care (2009;32:780-785), un tercio de las mujeres con diabetes tipo 1 padece alguna dificultad sexual. Unos resultados que, asimismo, también sugieren que la depresión es un factor clave relacionado con los problemas en la actividad sexual de estas mujeres. Sin embargo, y a diferencia de lo que se ha mostrado en los varones, las complicaciones de la diabetes no tienen por sí mismas un impacto importante sobre el bienestar sexual femenino.

 

El estudio incluyó a 652 mujeres con diabetes tipo 1. Después de 10 años, las participantes completaron un cuestionario sobre función sexual y se sometieron a análisis físicos, una evaluación del estado de ánimo y a pruebas de laboratorio.

 

El 35% de las mujeres fueron clasificadas como con una disfunción sexual. Los problemas notificados por esas mujeres incluyeron pérdida de la libido en un 57% de los casos, dificultades con el orgasmo en el 47%, menor excitación en el 38% y dolor en el 21%.

 

En análisis iniciales, la disfunción sexual se relacionó con la mayor edad, no estar casadas, ser posmenopáusicas, tener problemas circulatorios y depresión. Después de tener en cuenta otras varias condiciones que podían afectar estas asociaciones, sólo la depresión y el estado marital se vinculaban de manera significativa con la disfunción sexual.

 

En consecuencia, como apuntó el Dr. Paul Enzlin, investigador principal del estudio, “al igual que se realizan un control anual de las complicaciones de la diabetes, las mujeres con diabetes tipo 1 deberían también ser consultadas regularmente sobre la presencia de síntomas depresivos, función y satisfacción sexual”.