ENDOCRINOLOGÍA Y NUTRICIÓN
La dieta mediterránea induce cambios en la microbiota que podrían tener relación con su efecto saludable
CIBEROBN · 11 junio 2021
Seguir esta dieta se acompaña de una reducción de géneros microbianos nocivos como Haemophillus, Ruminiclostridium 5 y Butyricicoccus, y de un aumento de géneros beneficiosos como Ruminococcacea NK4A214 o Coprobacter.
Una intervención para incrementar la adherencia a la dieta mediterránea y un programa intensivo de pérdida de peso ayuda a producir, en un año, cambios beneficiosos en la microbiota intestinal, según un estudio realizado por investigadores del CIBER de Obesidad y Nutrición (CIBEROBN) en la Universidad Rovira i Virgili y en el Hospital Virgen de la Victoria, de Málaga, que ha sido publicado en el American Journal of Clinical Nutrition.
La investigación se realizó en el marco del estudio PREDIMED-Plus, en el que un grupo de participantes siguió una dieta mediterránea con restricción energética, actividad física y cambios en la conducta, y otro grupo siguió una dieta mediterránea sin restricción calórica, sin ninguna pauta de pérdida de peso.
Los resultados del estudio muestran que los participantes que siguieron las recomendaciones de dieta mediterránea y actividad física perdieron más peso (4,2 kg) que aquellos que siguieron la dieta mediterránea sin restricciones, que perdieron 0,2 kg.
La mayoría de los estudios anteriores se han centrado únicamente en los efectos de la dieta o la actividad física sobre la microbiota intestinal de forma individual. Sin embargo, en este trabajo se han investigado los resultados de un enfoque holístico que ayuda a la pérdida de peso y sus efectos sobre la microbiota intestinal.
Los principales resultados revelan que los participantes que siguieron la dieta mediterránea con restricción calórica perdieron más peso y redujeron el índice de masa corporal (IMC), el perímetro de la cintura, los niveles de azúcar en sangre, de triglicéridos y mejoraron los niveles de colesterol HDL en comparación con el otro grupo que siguió una dieta mediterránea sin ninguna pauta para la pérdida de peso.
Estos cambios se acompañaron de una reducción de géneros microbianos nocivos como Haemophillus, Ruminiclostridium 5, Butyricicoccus y un aumento de géneros beneficiosos como Ruminococcacea NK4A214 o Coprobacter. Algunos de los cambios en los géneros microbianos intestinales también se asociaron positivamente a la reducción del peso, el perímetro de la cintura y el IMC.
Curiosamente, ambos grupos aumentaron la adherencia a la dieta mediterránea, lo que se observó con algunos cambios consistentes en los géneros microbianos que se han asociado previamente al consumo de la dieta mediterránea. El aumento de los géneros microbianos beneficiosos también se asoció positivamente a la puntuación de la dieta mediterránea en la población general.
Uno de los cambios más llamativos sobre la microbiota es el relacionado con la regulación de los ácidos biliares, por lo que estos resultados podrían abrir vías de investigación futuras para explorar diversas vías metabólicas alteradas que podría modular la microbiota intestinal.
No obstante, los investigadores han reconocido que se necesitan más estudios para reproducir estos resultados y delinear los mecanismos por los que los cambios en la microbiota intestinal pueden tener efectos beneficiosos en la regulación del peso corporal y el riesgo cardiovascular.
Referencia: Am J Clin Nutr. 2021 May 21:nqab150. doi: 10.1093/ajcn/nqab150