CARDIOLOGÍA
La dieta mediterránea previene la recurrencia de eventos cardiovasculares
IMIBIC · 10 mayo 2022
Investigadores del Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (IMIBIC), el Hospital Universitario Reina Sofía, la Universidad de Córdoba y el CIBEROBN han comprobado que la dieta mediterránea previene la recurrencia de eventos cardiovasculares en comparación con una dieta baja en grasa. La investigación se publica en The Lancet.
Tanto la dieta baja en grasa (rica en hidratos de carbono complejos) y la dieta mediterránea (rica en grasa monoinsaturada cuya fuente de grasa principal es el aceite de oliva virgen) han demostrado ser eficaces en la prevención primaria de enfermos de alto riesgo que aún no han desarrollado enfermedad cardiovascular.
Sin embargo, la dieta mediterránea no había demostrado hasta este momento efectos beneficiosos sobre la salud en pacientes con enfermedad cardiovascular establecida, comparada con otra dieta cardiosaludable como es la dieta baja en grasa.
Por este motivo, los investigadores realizaron el ensayo clínico CORDIOPREV para dar respuesta a esta cuestión clínica de alta trascendencia para los pacientes. En concreto, este ensayo clínico aleatorizado se ha realizado en el Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba.
En el estudio, 1.002 pacientes con enfermedad coronaria establecida de entre 20 y 76 años recibieron una intervención dietética con dieta mediterránea o de dieta baja en grasa y fueron seguidos durante 7 años.
El objetivo principal fue valorar la aparición de nuevos eventos cardiovasculares mayores, que incluían infarto de miocardio, revascularización, ictus isquémico, enfermedad arterial periférica y muerte de origen cardiovascular, evaluando su aparición en los dos tipos de dieta.
La población de la muestra tenía una media de 59,5 años, y, como reflejo de la proporción habitual de la enfermedad coronaria, era en su mayoría varones (82,5 por ciento).
El evento principal del estudio se produjo en 198 participantes, 87 en el brazo de la dieta mediterránea (17,3 por ciento) y 111 en el de la dieta baja en grasas (22,2 por ciento), lo que supone una disminución de la frecuencia de entre un 25 y un 30 por ciento, aproximadamente, en los participantes que siguieron la dieta mediterránea.
Estos efectos fueron más evidentes en los varones, donde la diferencia entre dietas fue casi de un 35 por ciento en favor de la dieta mediterránea.
Cabe resaltar que la incidencia que se encontró en las dos ramas del estudio es inferior a la habitual en este tipo de enfermos (25 por ciento a los 5 años), lo que podría indicar que, a pesar de las diferencias encontradas, ambas dietas ejercieron efectos cardiosaludables.
En conclusión, la dieta mediterránea fue superior a la dieta baja en grasas en prevenir la aparición de infarto de miocardio, revascularización, ictus isquémico, enfermedad arterial periférica y muerte de origen cardiovascular.
"Los resultados son muy relevantes para la práctica clínica, apoyando el uso de la dieta mediterránea para prevenir la recurrencia de la enfermedad cardiovascular. Este estudio marca un hito en la prevención cardiovascular y su repercusión será clave para la sociedad y para el mundo científico dado que permitirá con un alto grado de evidencia científica el poder recomendar este tipo de dieta a las personas que previamente han tenido un evento cardiovascular", concluyen los investigadores.
Referencia: Lancet. 2022;S0140-6736(22)00122-2. doi:10.1016/S0140-6736(22)00122-2