PSIQUIATRÍA
JANO.es y agencias · 16 febrero 2010
La capacidad protectora de esta alimentación frente a los estados depresivos se asocia al consumo de vitaminas del grupo B, ácido fólico y grasas Omega 3.
A los ya conocidos efectos beneficiosos de la Dieta Mediterránea en la salud en cuanto a disminución del colesterol y enfermedades coronarias, mayor longevidad, prevención de enfermedades cardiovasculares, entre otras, se suman ahora evidencias sobre su posible beneficio en la prevención de la enfermedad depresiva.
El proyecto de investigación SUN, uno de los mayores estudios epidemiológicos llevados a cabo en España, que analiza desde el año 1999 los posibles beneficios de la Dieta Mediterránea en la prevención de las principales enfermedades crónicas, demostró que las personas que realizaban ejercicio físico durante su tiempo libre, tenían un riesgo reducido de trastornos de salud mental. Al contrario, en los sujetos que llevaban una vida sedentaria, el riesgo de desarrollar trastornos mentales se veía incrementado en un 31%.
La capacidad protectora de la Dieta Mediterránea frente a la depresión podría asociarse con un consumo más elevado de algunas vitaminas del grupo B y de ácido fólico, grasas Omega 3 (presentes en el pescado) y utilización del aceite de oliva como principal grasa culinaria.