GINECOLOGÍA
JANO.es y agencias · 30 agosto 2010
Un estudio australiano muestra que este tipo de anestesia ayuda a reducir el efecto de la dilatación en el músculo elevador del ano, que mantiene la firmeza del suelo pélvico
El uso de la anestesia epidural durante el parto podría ayudar a reducir el efecto de la dilatación en el músculo elevador del ano, que mantiene la firmeza del suelo pélvico y que, cuando queda dañado, puede provocar un prolapso del órgano pélvico, una de las causas más comunes de la incontinencia urinaria femenina, según los resultados de un estudio realizado por la Universidad de Sidney (Australia).
La investigación, publicada en el British Journal of Obstetrics and Gynaecology, contó con la participación de 488 mujeres que tuvieron su primer hijo entre mayo de 2005 y febrero de 2008, con el objetivo de determinar si existía algún factor de riesgo durante el parto que provocara algún trauma en este músculo, ya fuera un macrotrauma (desgarros) o microtraumas (daños en el tejido muscular como distensiones irreversibles del suelo pélvico).
En este sentido, todas las participantes tuvieron un parto simple, vaginal, y sin complicaciones significativas, tenían más de 18 años y dieron a luz entre las 34 y las 36 semanas de gestación. Para evaluar su progreso, los investigadores las sometieron a ecografía después del parto y a los 3 o 4 meses después de dar a luz.
De este modo, detectaron distensiones en el músculo elevador en el 13% de las mujeres (el 9% utilizó ventosas y el 35% fórceps). Así, se comprobó que el parto con fórceps multiplicaba entre tres y cuatro veces las probabilidades de una distensión muscular en el suelo pélvico.
En la asistencia posparto se evidenció asimismo que la mayoría de los problemas reflejados fueron mircrotraumas y que las mujeres que habían recibido anestesia epidural presentaron una incidencia significativamente menor de este trastorno. A este respecto, los científicos australianos apuntan que la anestesia reduce estas distensiones porque relaja los músculos y evita su parálisis, lo que podría proteger frente a la aparición del microtrauma.
Según explica la coautora del estudio, la Dra. Clara Shek, “el nacimiento con fórceps originó un mayor número de desgarros, pero en la segunda revisión se asoció con mayor frecuencia a una sobredistensión del hiato elevador”. “La anestesia epidural fue la única que demostró tener un efecto protector frente a estos microtraumas”, comenta esta experta.
“Las lesiones en el músculo elevador del ano -apunta- podrían ser el vínculo no identificado entre el parto y el prolapso del órgano pélvico”. “La identificación de los factores durante el parto que están asociados con la lesión del elevador podría ayudar a los obstetras a reducir la futura prevalencia de este trastorno”, añade.