GINECOLOGÍA
La incontinencia urinaria durante el embarazo eleva el riesgo de sufrirla después del parto
JANO.es · 15 abril 2010
Engordar la cantidad recomendada durante la gestación o realizar ejercicios para reforzar los músculos de la pelvis ayudan a minimizar el riesgo.
Un nuevo estudio, publicado en Obstetrics & Gynecology, confirmó que las mujeres con incontinencia en el embarazo son más propensas que el resto a seguir padeciéndola después del parto. Con todo, según los autores, existen formas de reducir ese riesgo.
En un estudio sobre más de 1.100 madres primerizas, un equipo en España halló que el 39% había sufrido incontinencia urinaria en algún momento del embarazo y otro 10% había sufrido incontinencia anal.
Esas mujeres eran más propensas que aquellas sin incontinencia en el embarazo a tener síntomas a las siete semanas del parto. Concretamente, el 16% tenía incontinencia urinaria y el 7%, incontinencia anal.
El riesgo de seguir sufriendo el problema después del parto fue tres y seis veces mayor, respectivamente, que en el grupo de mujeres sin incontinencias durante el embarazo.
El estudio confirmó también que el parto vaginal tiene más riesgos de incontinencia que la cesárea. Las mujeres que habían tenido un parto vaginal eran tres veces más propensas que las que habían tenido un parto por cesárea a desarrollar incontinencia urinaria o anal posparto.
De las 692 mujeres con parto vaginal que respondieron un cuestionario a las siete semanas del parto, 139 tenían síntomas de incontinencia urinaria y 57, de incontinencia anal.
Los resultados confirmaron que el parto vaginal y la incontinencia durante el embarazo son factores de riesgo de este problema en la etapa posparto, indicó Maite Solans-Domenech, del Hospital Clínic, de Barcelona.
Pero el estudio destacó también formas posibles de reducir ese riesgo, según la autora. Por ejemplo, trabajos previos habían asociado el aumento excesivo de peso con un mayor riesgo de desarrollar incontinencia durante el embarazo, mientras que en el nuevo estudio estuvo asociado sólo con la incontinencia anal.
Así, engordar la cantidad recomendada para el embarazo ayudaría a prevenir la incontinencia durante y después del embarazo.
Además, quienes hacen ejercicios para reforzar los músculos del piso pelviano, llamados ejercicios de Kernel, tienen menos riesgo de desarrollar incontinencia en el embarazo, apuntó la experta.
En cuanto al tipo de parto, la autora agregó que la cesárea no puede considerarse una estrategia para prevenir la incontinencia.
De todos modos, advirtió que cuando una mujer ya tiene factores de riesgo de incontinencia posparto, como ser mayor de 35 años o tener antecedentes familiares, los médicos deberían evitar el uso de fórceps u otros instrumentos durante el parto vaginal, o la realización de una episiotomía.