CARDIOLOGÍA
La mayoría de los pacientes diabéticos con enfermedad coronaria no cambia de hábitos para recuperarse
JANO.es · 18 abril 2013
Un estudio en 5.034 individuos sometidos a tratamiento muestra que la mayoría de ellos no fueron capaces de controlar, en un año, los cuatro factores de riesgo más importantes: colesterol, presión sanguínea, glicemia y tabaquismo.
Un estudio publicado en Journal of the American College of Cardiology, y realizado sobre más de 5.000 pacientes diabéticos sometidos a tratamiento por enfermedad coronaria muestra que la mayoría de ellos no fueron capaces de controlar, en un año, los cuatro factores de riesgo cuya modificación es esencial para reducir el riesgo de recaída: el colesterol, la presión sanguínea, la glicemia y el tabaquismo.
Los resultados de este trabajo, cuyo autor principal es el director general del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), Valentín Fuster, indican que sólo un 16% de los sujetos lograron controlar los cuatro factores al año de haber sido tratados de su enfermedad. Se trata además de pacientes especiales ya que, al participar en estudios clínicos están mucho más controlados que el resto de la población, lo que hace sospechar a los autores que la prevención secundaria es aún más pobre en el resto de los enfermos.
Los porcentajes varían según cada factor de riesgo pero, como destacan los investigadores, los datos ponen de manifiesto que hay que buscar nuevas estrategias en busca de aproximaciones para optimizar dicha prevención secundaria. Los factores de riesgo que los pacientes lograron controlar mejor fueron el colesterol y el tabaquismo; los que menos; la hipertensión y la hiperglicemia.
Seguir la medicación
Para controlar estos parámetros entran en juego varios factores, desde cambios básicos en el estilo de vida hasta la adherencia a la medicación prescrita. En este sentido, los autores del estudio subrayan una de las estrategias más eficaces es la combinación de varios fármacos en un solo comprimido, la denominada polipíldora.
El CNIC ha desarrollado, junto con los laboratorios Ferrer, una polipíldora de prevención secundaria cardiovascular ya aprobada en varios países de América del Sur y Centroamérica.