PEDIATRÍA

La mitad de los niños con síndrome inflamatorio multisistémico presentan síntomas neurológicos

AAN · 15 abril 2021

Investigadores británicos han analizado las historias clínicas de 46 menores de 18 años ingresados en un hospital londinense que cumplían los criterios de este síndrome asociado a la COVID-19.

La mitad de los niños que desarrollaron síndrome inflamatorio multisistémico pediátrico (MIS-C) asociado a la COVID-19 presentaba síntomas o signos neurológicos cuando ingresaron en el hospital, según una investigación preliminar que se presentará en la 73ª Reunión Anual de la Academia Americana de Neurología, que se celebra virtualmente del 17 al 22 de abril de 2021. Esos síntomas incluyen dolores de cabeza, encefalopatía y alucinaciones.

"Con este nuevo síndrome inflamatorio que se desarrolla después de que los niños se infecten con el coronavirus, todavía estamos aprendiendo cómo afecta a los niños y a qué debemos prestar atención -explica el autor del estudio, Omar Abdel-Mannan, del University College London (Reino Unido)-. Descubrimos que muchos niños experimentaban síntomas neurológicos que afectaban tanto al sistema nervioso central como al periférico".

Para el estudio, revisaron las historias clínicas de todos los menores de 18 años ingresados en el Great Ormond Street Hospital for Children de Londres entre el 4 de abril de 2020 y el 1 de septiembre de 2020, que cumplían los criterios del síndrome inflamatorio multisistémico pediátrico.

Había 46 niños con una edad media de 10 años. De ellos, 24 niños tenían síntomas o signos neurológicos que no habían experimentado previamente. Un total de 24 tenían cefalea, 14 tenían encefalopatía, 6 presentaban anomalías en la voz o ronquera, 6 tenían alucinaciones y 5 tenían ataxia. Además, 3 niños tenían problemas en los nervios periféricos y 1 experimentaba convulsiones.

Los niños con síntomas neurológicos tuvieron más probabilidades de necesitar un ventilador y medicamentos para ayudar a estabilizar su circulación sanguínea que aquellos que no presentaban síntomas neurológicos. Sin embargo, no hubo diferencias en cuanto a la demografía, los marcadores inflamatorios, el tratamiento o los resultados a corto plazo entre los dos grupos.

"Los niños que desarrollan esta enfermedad deben ser evaluados en cuanto a los síntomas neurológicos y resultados cognitivos a largo plazo -recomienda Abdel-Mannan-. Se necesitan más estudios que incluyan a más niños y que hagan un seguimiento de los mismos para ver cómo cambia este síndrome con el tiempo y si hay efectos neurocognitivos a más largo plazo".