El presidente de la Organización Médica Colegial (OMC), Juan José Rodríguez Sendín, ha reclamado al Ministerio de Sanidad que la píldora del día después se dispense de forma gratuita en los centros de salud en lugar de poder adquirirse libremente sin receta en las farmacias, como sucede actualmente.

La petición se produce después de que la ministra del ramo, Ana Mato, anunciara en el Congreso que había solicitado a la propia OMC y a la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) un informe sobre los efectos de este medicamento para poder decidir de qué forma deben acceder los ciudadanos a él.

"A nosotros todavía no nos lo han encargado", ha reconocido Rodríguez Sendín, avanzando no obstante que con la dispensación de este fármaco en los centros de salud los médicos pueden "saber quién lo toma, cuántas veces lo toma y con qué lo mezcla". Esto permitirá "hacer un estudio de seguridad real" sobre los efectos de su consumo, sobre todo en las mujeres jóvenes, que "no tiene que ver nada con las adultas".

"Se trata del primer medicamento que tenemos en España que se puede utilizar libremente sin saber los efectos que produce su uso indiscriminado en niñas y adolescentes", ha aseverado el representante de la OMC, quien, asimismo, ha sugerido que la respuesta de las niñas y adolescentes a este fármaco podría ser diferente a la de las mujeres.

Además, también considera que el acceso a este medicamento, bien en los centros de salud o bien en las farmacias a través de receta médica, debe ser gratuito.

Controlado y con descuento

Según Rodríguez Sendín, "el acceso auna atención básica jamás ha dependido del dinero". "Cuántas de las mujeres que están en el paro puede consumir este fármaco a 22 euros", se ha preguntado.

"Nosotros queremos que sea gratuita, pero si estos chicos de enfrente (refiriéndose al Congreso de los Diputados) creen que es muy cara, pues por lo menos que esté controlado y tenga un descuento", ha propuesto el dirigente de la entidad colegial.

Por su parte, el ginecólogo José Manuel Bajo Arenas, ex presidente de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), ha reconocido que "bien administrado es un fármaco muy efectivo y muy seguro", si bien el problema, a su juicio, es que "administrado indiscriminadamente ni se sabe cuánto se está tomando ni qué consecuencias puede tener".

"Preferimos una contracepción reglada que una de urgencia", ha sentenciado Bajo Arenas, que también ha advertido del aumento de enfermedades de transmisión sexual que puede ocasionar su uso como anticonceptivo.