Medicina y humanidadesREUMATOLOGÍA
La predictibilidad del tratamiento para la artritis reumatoide permite minimizar los efectos secundarios
JANO.es · 01 octubre 2010
Con un fármaco biológico como certolizumab pegol, el tiempo para saber si un tratamiento funciona en un paciente se puede reducir a 12 semanas
La predictibilidad de un fármaco biológico es un hecho “de enorme trascendencia” en la artritis reumatoide, según ha reconocido el Dr. José María Álvaro-Gracia, del Servicio de Reumatología del Hospital Universitario de La Princesa (Madrid), ya que “permite ahorrar gastos y minimizar el riesgo de efectos secundarios”.
Según este reumatólogo, que participa estos días en un simposio sobre tratamientos en artritis reumatoide (AR) organizado por UCB Pharma en Ibiza, esta predictibilidad es fundamental para el paciente, pues con un tratamiento adecuado ve aumentada su calidad de vida a corto y largo plazo.
De este modo, aunque para saber si un tratamiento para la AR funcionaba en un paciente, había que esperar, en muchos de los casos, entre 4 y 6 meses, el Dr. Álvaro-García reconoce que con certolizumab pegol, de UCB Pharma, este tiempo se puede reducir a 12 semanas.
“Esto significa que podríamos ahorrar entre 2 y 3 meses de tratamiento en pacientes donde la terapia no sea eficaz y evitaremos en ellos el riesgo de efectos secundarios”, ha explicado.
Asimismo, este experto ha destacado el perfil de eficacia y seguridad de certolizumab pegol en relación a las características y el diseño molecular del fármaco ya que se trata de un agente que inhibe selectivamente el TNF, una citocina clave en los mecanismos de inflamación y daño articular de la artritis reumatoide”.
De esta manera, “mejoran las características farmacológicas del producto, permitiendo una posología más cómoda, y se consigue que el fármaco se acumule de forma preferente donde es necesario, es decir, en las articulaciones inflamadas”.
