VIH
Carla Nieto. Madrid · 02 diciembre 2011
Los intervinientes en la reunión sobre sida auspiciada por la OMC sopesan los beneficios del tratamiento preventivo en aquellos colectivos susceptibles de contagio.
El coste sanitario de la medicación antirretroviral, las cuestiones éticas que rodean a la prescripción de estos fármacos y las características de las nuevas terapias para el VIH fueron los principales temas abordados durante el Acto Científico celebrado en el Colegio de Médico de Madrid con motivo de la celebración del Día Mundial del SIDA y organizado por la Fundación Investigación y Educación en SIDA y Alcandora.
“Actualmente disponemos de un amplio arsenal de fármacos antirretrovirales pertenecientes a varias familias que nos permiten llevar a cabo terapias individualizadas. En este sentido, el desarrollo de la efectividad de los antirretrovirales es paradigmática dentro de la medicina. Los próximos fármacos en llegar, entre los que destacan los inhibidores de la integrasa, como elvitegravir y dolutegravir, presentan muchas ventajas, ya que producen menos efectos secundarios y resultan muy cómodos para los pacientes, pues se administran una sola vez al día”, explicó durante su intervención el doctor Vicente Soriano, del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital Carlos III, de Madrid.
El doctor Soriano también comentó las últimas noticias referentes al posible efecto preventivo que pudieran tener los antirretrovirales. “El objetivo ahora es prevenir la transmisión de la enfermedad, sobre todo teniendo en cuenta que en 2011 se han producido alrededor de 2,5 millones de nuevas infecciones. Lo último que se sabe al respecto es que la profilaxis pre-exposición podría tener un efecto preventivo. Hay evidencias de que la administración de estos fármacos en personas susceptibles de ser contagiadas puede reducir en un 42-48% la tasa de transmisión. Este beneficio, por ejemplo, en parejas heterosexuales estables serodiscordantes, ha permitido que puedan tener hijos sin transmitirles la infección”. El experto también advirtió sobre lo desafortunado que sería que se fomentara la promiscuidad sexual y no se adoptaran las medidas recomendadas para prevenir el contagio como resultado de promover la toma de antirretrovirales antes de tener prácticas de riesgo.
Por su parte, la doctora Ángeles Neira, subdirectora general de Hospitales del Servicio Madrileño de Salud, hizo un análisis de la incidencia que las terapias para el tratamiento del SIDA han tenido en el incremento del gasto sanitario en la Comunidad de Madrid y comentó que “la terapia antirretroviral ha transformado la infección por VIH en un proceso crónico y ha conseguido que deje de ser una enfermedad subaguda fatal. Dado que a día de hoy la infección no es erradicable, el beneficio en la supervivencia supone un incremento en los costes (no hay que olvidar que estos pacientes no solo requieren medicación, sino también controles periódicos y hospitalización) que supone un desafío para la sanidad pública”. Así mismo, la doctora Neira señaló que la prevención de nuevas infecciones es un ejercicio de responsabilidad para los gobernantes y para los ciudadanos, también desde el punto de vista económico.
El doctor Javier Sánchez Caro, director de la Unidad de Bioética y Orientación Sanitaria de la Comunidad de Madrid, centró su intervención en las cuestiones éticas implicadas en la prescripción de antirretrovirales y para ilustrarla puso como ejemplo un caso reciente en el que el Tribunal Supremo condenó a un varón que ocasionó a una mujer lesiones por contagio de SIDA. También se refirió a los elevados costes que supone el tratamiento de esta enfermedad, recordando que “ante estas situaciones, todo médico, con independencia de los medios que tenga, está obligado a informar al paciente de la mejor terapia que hay en ese momento para abordar su enfermedad”.
Se estima que en España hay más de 80.000 casos de SIDA y más de 125.000 seropositivos vivos. Cada año se diagnostican 3.000 nuevos casos de VIH.