UROLOGÍA
La PSMA PET ayuda a clasificar mejor a los pacientes con cáncer de próstata
Eurekalert · 21 septiembre 2021
El antígeno de membrana específico de la próstata, o PSMA, dirigido a la obtención de imágenes de tomografía por emisión de positrones para el cáncer de próstata ha sido una herramienta de diagnóstico innovadora para localizar los tumores prostáticos para un tratamiento más preciso.
La nueva técnica de imagen puede localizar las lesiones cancerosas no solo en la próstata sino que también puede rastrear el cáncer que se ha extendido a otras partes del organismo y que a menudo se pasa por alto con las actuales técnicas de imagen.
La herramienta utiliza la PET para detectar un trazador radiactivo muy eficaz para encontrar lesiones de cáncer de próstata en todo el cuerpo, de modo que pueda visualizarse mejor y tratarse de forma más selectiva.
JAMA Oncology publica un artículo firmado por investigadores de la Universidad de California Los Angeles y la Universidad de California San Francisco (Estados Unidos) en el que se detalla el método que ha llevado a la aprobación de esta tecnología de imagen por parte de la FDA de Estados Unidos.
Jeremie Calais, autor principal, destaca la importancia de los hallazgos y de cómo las imágenes PSMA PET cambiarán el panorama de la detección y el tratamiento del cáncer de próstata. El uso de la nueva prueba es útil para la estadificación primaria del cáncer de próstata antes de realizar cualquier terapia inicial. "Cuando a un paciente se le diagnostica un cáncer de próstata que presenta algunas características patológicas en la biopsia que indican cierto riesgo de metástasis en los ganglios linfáticos o los huesos, el médico necesita saber si el cáncer se ha extendido fuera de la próstata o no –explica-. La PSMA PET es una modalidad de imagen de cuerpo entero que puede realizar una estadificación de una sola vez con alta precisión para localizar y detectar si alguna metástasis se ha extendido fuera de la próstata. Es la mejor modalidad de imagen hasta el momento para la estadificación de todo el cuerpo del cáncer de próstata".
"La gammagrafía se utilizó en pacientes en el momento de la estadificación inicial antes de la cirugía –continúa-. Nuestro objetivo principal era evaluar el rendimiento de la gammagrafía para detectar metástasis en los ganglios linfáticos pélvicos, los cuales son comúnmente el primer sitio de metástasis fuera de la próstata, cuando el cáncer aún no se ha extendido al hueso u otros órganos. La única forma real de saber si el cáncer está en el ganglio linfático pélvico es analizar los ganglios mediante histopatología después de haberlos extirpado mediante cirugía. Se evaluó la capacidad de la gammagrafía para detectar que algunos ganglios linfáticos pélvicos contienen cáncer, en comparación con el patrón de oro de referencia: el análisis histopatológico de los ganglios linfáticos extirpados mediante cirugía".
El primer hallazgo clave es que, al final, solo 277 de las 764 pacientes que se sometieron a la pryueba fueron realmente operados. Aproximadamente el 64 por ciento de los participantes realizaron un tratamiento diferente al de la cirugía tras el escáner porque este mostraba alguna enfermedad fuera de la próstata y el cirujano consideró que el tratamiento ya no era el ideal. Si se sabe que la enfermedad ya se ha extendido fuera de la próstata, es demasiado tarde para esperar que la cirugía sea curativa por sí sola. Los médicos y los pacientes optaron por otros tipos de terapia, como la radioterapia o los tratamientos hormonales.
En cuanto al objetivo principal del estudio, se comprobó que la sensibilidad de la gammagrafía para detectar la metástasis en los ganglios linfáticos pélvicos era del 40 por ciento. Esto significa que en el 60 por ciento de los pacientes las lesiones son todavía demasiado pequeñas para ser detectadas (micrometástasis). "Pero es mejor que cualquier otra técnica de imagen disponible hasta ahora –puntualiza el investigador-. Y la sensibilidad habría sido mucho mayor si las 764 pacientes se hubieran sometido a cirugía, porque la mayoría de las pacientes del estudio que no fueron operadas tenían lesiones grandes detectadas por el escáner, pero no fueron incluidas en este análisis".
Otro hallazgo importante fue la altísima especificidad de la prueba: cuando un paciente no tenía metástasis en los ganglios linfáticos pélvicos, el escáner era correctamente negativo en el 95 por ciento de los casos. Por tanto, cuando se ve algo positivo en la exploración, es muy probable que se trate de un cáncer de próstata y no de otra cosa. "Es muy importante para las pruebas de diagnóstico asegurarse de que lo que se ve es realmente lo que se busca. Esa es la especificidad, y en este estudio es muy alta, del 95 por ciento, lo que es mucho mejor que cualquier otra prueba".