DROGADICCIÓN
JANO.es · 07 marzo 2012
Un estudio en ratones muestra que la vuelta al consumo se halla relacionada con niveles elevados del neurotransmisor glutamato.
Científicos de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) han descubierto que, en el caso de las ratas, la recaída a la cocaína parece estar influida por factores biológicos. Los resultados del estudio se publican en la revista Addiction Biology.
“En la recaída en el consumo de cocaína puede haber una cierta susceptibilidad biológica”, afirma Emilio Ambrosio, catedrático del departamento de Psicobiología de la UNED e investigador principal del estudio.
Para llegar a esta conclusión, los expertos analizaron como volvían a consumir esta sustancia dos tipos de ratas: la rata Lewis, más vulnerable a la adicción y que se autoadministró más cocaína, y la Fischer 344.
A partir de la medición de los niveles de dos neurotransmisores, los investigadores descubrieron que las ratas que recaían tenían niveles más altos del neurotransmisor glutamato, mientras que los animales que no volvían a consumir registraban niveles más altos de otro neurotransmisor, el GABA.
“Basándonos en estos estudios, podemos pensar que el glutamato está implicado en las recaídas de la cocaína, mientras que el GABA está implicado en la resistencia a volver a consumir”, explica Ambrosio.
Para imitar el comportamiento humano, los investigadores colocaron en las ratas un dispositivo que les permitía la autoadministración. A través de un catéter, el animal recibía la dosis de cocaína cuando pulsaba una palanca. Después de 21 días, el dispensador dejó de suministrar droga para que las ratas estuvieran 10 días en fase de abstinencia.
Tras la abstinencia vuelve la adicción
Tras este período, los científicos inyectaron una pequeña dosis de cocaína a los animales y extrajeron líquido cefalorraquídeo justo en el momento en el que las ratas volvían a pulsar la palanca para intentar conseguir más droga. Fue al analizar ese líquido cuando se midieron los niveles de los neurotransmisores.
A juicio de Ambrosio, contar con fármacos que contrarresten el efecto del glutamato (implicado en la recaída) podría disminuir el riesgo de volver a consumir cocaína. De igual forma, diseñar un producto que imite la función inhibidora del GABA podría ayudar a resistir la recaída.