PSIQUIATRÍA
La religiosidad hace más felices a quienes viven en circunstancias duras
JANO.es y agencias · 10 agosto 2011
Un estudio sugiere que las sociedades más empobrecidas tienden a generar una mayor religiosidad entre sus individuos, lo que a la postre les hace más felices que los no religiosos.
Las personas religiosas que viven en sociedades con alto nivel de estrés son más felices que los individuos no religiosos. Sin embargo, en comunidades pacíficas, donde la participación religiosa es menor, la gente es igualmente feliz, tanto si son religiosos como si no lo son, según un estudio realizado por la Universidad de Illinois y publicado en la revista Journal of Personality and Social Psychology.
El trabajo analiza datos procedentes de 'Gallup World Poll 2005-2009', una encuesta realizada en más de 150 países que incluye preguntas sobre la afiliación religiosa, la satisfacción vital, el respeto, el respaldo social y los sentimientos negativos y positivos. Los investigadores también tuvieron en cuenta los datos electorales de Gallup para 2009 en Estados Unidos.
Según explica el profesor emérito de Psicología de la Universidad de Illinois Ed Diener, líder de esta investigación y científico de la Organización Gallup, éste es el primer estudio a escala global sobre la religión y su relación con la felicidad.
Estudios anteriores, muchos de ellos centrados en Estados Unidos, sugerían que las personas religiosas tendían a ser más felices que las no religiosas. Sin embargo, los nuevos descubrimientos apuntan a que la religiosidad y la felicidad están estrechamente vinculadas a las características de la sociedad en la que las personas viven.
"Las circunstancias predicen la religiosidad", señala este investigador, para quien "circunstancias difíciles llevan con más fuerza a la gente a ser religiosa". "En sociedades religiosas y en circunstancias difíciles, la gente religiosa es más feliz que la no religiosa. Sin embargo, en sociedades no religiosas o más benévolas, donde mucha gente tiene sus necesidades cubiertas, la gente religiosa no es más feliz, todo el mundo es más feliz", asevera.
A mayor religiosidad, más sentimientos positivos
Según han observado los autores del estudio, el sentimiento religioso parece disparar la felicidad y el bienestar en sociedades que fallan a la hora de proveer a sus miembros de comida, trabajo, cuidados médicos, seguridad y oportunidades en educación.
En sociedades seculares, en muchos casos más ricas, las personas religiosas y las que no lo son experimentan mayores niveles de bienestar y sentimientos positivos. La gente religiosa que vive en países seculares reconoce tener más sentimientos negativos que los no religiosos.
Estas mismas tendencias se pueden observar en los diferentes Estados de Estados Unidos, según los investigadores, que han encontrado más personas religiosas en los Estados más pobres y con menos ayudas sociales, dice Diener. La religiosidad allí también parece disparar el bienestar y los sentimiento positivos, en comparación con sus vecinos no religiosos.