RADIODIAGNÓSTICO
La resonancia magnética revela lesiones cerebrales relacionadas con deportes de contacto a lo largo de los años
Neurology · 16 diciembre 2021
Ciertos marcadores de lesiones en la sustancia blanca del cerebro, denominados hiperintensidades de sustancia blanca, pueden verse mediante resonancia magnética. Un nuevo estudio ha descubierto que las imágenes tomadas durante la vida de las personas que practican deportes de contacto, comparados con los cambios en sus cerebros en la autopsia, han mostrado que las hiperintensidades de la sustancia blanca están asociadas a cambios neuropatológicos.
La investigación, publicada en Neurology, también ha descubierto que las hiperintensidades de la sustancia blanca eran más frecuentes en los atletas que practicaban deportes de contacto durante más tiempo o que tenían más impactos en la cabeza durante sus carreras.
Las hiperintensidades de la sustancia blanca son áreas que aparecen brillantes en las exploraciones de resonancia magnética (MRI) y son comunes en las personas a medida que envejecen y con condiciones médicas como la hipertensión arterial.
"Nuestros resultados son emocionantes porque muestran que las hiperintensidades de la sustancia blanca podrían captar el daño a largo plazo en el cerebro de las personas que tienen un historial de impactos repetitivos en la cabeza -explica el autor del estudio, Michael Alosco, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston (Estados Unidos)-. Las hiperintensidades de la sustancia blanca en la resonancia magnética pueden ser, en efecto, una herramienta eficaz para estudiar los efectos de los impactos repetitivos en la cabeza sobre la sustancia blanca del cerebro mientras el deportista sigue vivo".
En el estudio participaron 75 personas que estuvieron expuestas a impactos repetitivos en la cabeza y que habían manifestado síntomas. Entre ellos había 67 jugadores de fútbol americano y otros 8 deportistas de deportes de contacto, como fútbol y boxeo, o veteranos militares. De los jugadores de fútbol americano, que jugaron una media de 12 años, 16 eran profesionales y 11 semiprofesionales.
Todos donaron sus cerebros a la investigación después de su muerte para avanzar en la investigación de los efectos a largo plazo de los impactos repetitivos en la cabeza. Los investigadores examinaron los historiales médicos, incluidas las imágenes que se tomaron mientras estaban vivos. Los participantes se sometieron a escáneres cerebrales, de media, a los 62 años. La edad media de los deportistas en el momento de la muerte era de 67 años.
Se consideró que el 64 por ciento de los participantes tenía demencia antes de morir. Esto se determinó mediante una conversación con sus familiares. Las autopsias mostraron que 53 personas (71 por ciento) presentaban encefalopatía traumática crónica (ETC), enfermedad neurodegenerativa asociada a los impactos repetitivos en la cabeza, incluidos los del fútbol, que puede evolucionar hacia demencia.
Tras examinar las imágenes cerebrales, los investigadores descubrieron que por cada unidad de diferencia en el volumen de hiperintensidad de la sustancia blanca había aproximadamente el doble de probabilidades de tener una enfermedad más grave de los vasos pequeños y otros indicadores de daños en la sustancia blanca, así como el triple de probabilidades de tener una acumulación más grave de proteína tau en el lóbulo frontal del cerebro.
La acumulación de esta proteína es un biomarcador de enfermedades cerebrales progresivas como el Alzheimer y la ETC. Los investigadores también descubrieron que una mayor cantidad de hiperintensidades en la sustancia blanca estaba asociada a un mayor número de años jugando al fútbol americano
Por lo que respecta a la realización de tareas cotidianas, una mayor cantidad de hiperintensidades de la sustancia blanca se asoció a puntuaciones más altas en un cuestionario sobre la realización de tareas cotidianas que rellenaban los cuidadores de los donantes de cerebro.
"El estudio tiene limitaciones importantes, y necesitamos más investigación para determinar los factores de riesgo y las causas únicas de estas lesiones cerebrales en personas con un historial de impactos repetitivos en la cabeza", concluye Alosco.
Referencia: Neurology. 2021;10.1212/WNL.0000000000013012. doi:10.1212/WNL.0000000000013012