NEFROLOGÍA
La senescencia celular puede ser una causa subyacente del daño renal
Eurekalert · 24 diciembre 2021
Un estudio realizado en ratones por investigadores del Centro Oncológico Integral Lombardi de Georgetown (Estados Unidos) ha descubierto que el estrés y el daño tisular iniciados por la angiotensina II, molécula conocida por aumentar la presión arterial y la rigidez de los revestimientos de los vasos sanguíneos, conducen a la senescencia celular, un proceso por el que una célula envejece y deja de dividirse permanentemente pero no muere. Además, cuando los investigadores eliminaron las células senescentes de los ratones, los tejidos volvieron a su estado normal a pesar de una infusión continuada de angiotensina II. Los resultados se publican en Frontiers in Cell and Developmental Biology.
"Sabíamos que la angiotensina II puede provocar hipertensión y daño celular, pero nuestros hallazgos muestran que el daño crónico inducido por el estrés debido a una presión arterial ligeramente elevada podría reducirse eliminando las células senescentes -afirma el primer autor, Irfan Khan-. Al prevenir los efectos nocivos de la angiotensina II, revelamos un mecanismo novedoso para eliminar las células senescentes que podría utilizarse potencialmente para desarrollar fármacos dirigidos a eliminar estas células".
Los investigadores eligieron la angiotensina II como la herramienta para inducir mejor el estrés crónico porque podían regular su administración e inducir un nivel de estrés medido similar al que se observa en las personas que ven aumentar lentamente la presión arterial a lo largo de su vida. Este estrés suele provocar una menor flexibilidad en el revestimiento de los vasos sanguíneos, lo que a su vez conduce a una mayor presión arterial. Los investigadores descubrieron que estos efectos son especialmente pronunciados en los riñones y no en el cerebro o los pulmones, que era lo que esperaban cuando comenzaron sus experimentos.
"Podemos administrar a las personas fármacos que reducen la angiotensina para tratar su hipertensión. Pero hay que administrarlos de forma continua durante toda la vida y puede ser necesario combinarlos con otros fármacos para mejorar su eficacia. Existe una necesidad acuciante de abordar los graves efectos sistémicos de la hipertensión arterial y de idear tratamientos novedosos que eviten o reviertan los daños en los riñones -afirma el coautor Anton Wellstein-. Esencialmente, estamos construyendo la base biológica de un nuevo enfoque terapéutico para abordar el aspecto de la senescencia de la enfermedad, que en su mayor parte no se ha explorado ni tratado. Eliminar las células senescentes con una terapia tolerable y de corta duración podría aliviar la enfermedad cardiovascular crónica y reducir la necesidad de una terapia de por vida".
Los investigadores no creen que los fármacos contra la senescencia celular vayan a ser la fuente de la juventud, pero esperan poder revertir algunos daños tisulares prematuros. "Un fármaco contra la senescencia sería probablemente un tratamiento a muy corto plazo, quizá de unos pocos días a dos semanas -apunta Wellstein-. En lugar de intentar constantemente amortiguar la hipertensión, proponemos deshacernos de las células senescentes para que el médico pueda tratar más fácilmente las causas primarias".
Referencia: Front Cell Dev Biol. 2021 Dec 9. doi: 10.3389/fcell.2021.782841