MONITORIZACIÓN Y TELEMEDICINA

La unidad de ictus del Vall Hebron atiende 1.000 pacientes en el primer año de su puesta en funcionamiento

JANO.es · 28 enero 2016

Entre la llegada de los pacientes al centro y el ingreso, transcurren menos de 12 horas en el 80% de los casos.

La nueva Unidad de Ictus del Hospital Universitario Vall d’Hebron ya ha atendido a casi 1.000 pacientes en su primer año de funcionamiento en las nuevas instalaciones, inauguradas el 22 de diciembre del 2014. Se trata de la primera de España en disponer de una cama con un sistema de monitorización y telemedicina que permite controlar las 24 horas del día el estado de los pacientes con ictus agudo.

En total, la unidad dispone de 9 camas con sistemas de monitorización hemodinámica continua, mediante los cuales el equipo multidisciplinario que trabaja en ella puede controlar minuto a minuto la evolución de las personas ingresadas. Además, dos estas camas son de hemodinámica cerebral y clínica para accidentes isquémicos transitorios, que permiten hacer la evaluación y el diagnóstico de los enfermos en menos de 24 horas. Por otra parte, el servicio asegura siempre la disponibilidad de una plaza para atender urgencias. Todo ello ha conseguido una reducción del 23% de las complicaciones médicas (como fiebre i neumonía) respecto el año 2014. A la vez, la mortalidad ha pasado del 16% al 3,5%. El 16% de los pacientes ingresados en la Unidad de Ictus había sufrido un ictus hemorrágico, y el 84% un ictus isquémico.

La otra gran novedad que incorporan estas instalaciones, situadas en la segunda planta del Área General del Hospital, donde ocupan 294 metros cuadrados, 139 metros cuadrados más que las anteriores, es el nuevo gimnasio para la rehabilitación precoz, que se suma al resto del equipamiento pionero a disposición del equipo médico que allí trabaja, como un gabinete de ecografía-Doppler, otro de ecocardiografía y una sala de neurointervencionismo vascular. Además, dispone de tecnologías que evalúan el flujo cerebral de los enfermos de forma no invasiva en la cabecera de las camas de los pacientes, una información que se controla en todo momento de forma centralizada y que permite saber constantemente el estado de su circulación cerebral. Las habitaciones de hospitalización han sido diseñadas para cubrir las necesidades de los enfermos con ictus con movilidad limitada y que necesitan ser transferidos.

Un equipo multidisciplinario

La Unidad de Ictus fue creada en el año 1997, siendo el responsable de supuesta en marcha el Dr. José Álvarez Sabín, jefe del Servicio de Neurología del Hospital. En la actualidad, la nueva Unidad de Ictus, dirigida por el Dr. Carlos Molina, cuenta con un equipo formado por ocho neurólogos vasculares, tres neurointervencionistas, dos enfermeros/as de ictus por turno, rehabilitadores y auxiliares de enfermería. Todos ellos trabajan de forma cercana con profesionales de otras especialidades como neurorradiología, cardiología, neurocirugía y rehabilitación. Gracias a este trabajo, se ha conseguido que en un 80% de los casos solo pasen 12 horas entre la llegada y el ingreso de los pacientes, logrando el diagnóstico de los enfermos en 48 horas en el 80% de los casos y reduciendo la estancia media a menos de 2,9 días, a pesar de recibir casos de alta complejidad.

El mismo Dr. Molina reconoce que la nueva unidad hace que el paso por el Hospital sea “más fácil para los pacientes y sus familias”. El hecho de poder seguir todas las fases del tratamiento, desde el diagnóstico hasta la rehabilitación, en el mismo lugar ahorra traslados y optimiza la labor de los profesionales. Así, un 40% de los pacientes ingresados durante el 2015 pudieron volver a su casa al recibir el alta y un 62% tienen total independencia en su vida diaria 3 meses después de dejar el hospital, un incremento del 17% respecto el año 2014.